Las plazas, recintos e instalaciones taurinas al aire libre podrán abrir en aquellos territorios que estén en la fase 2 de la desescalada con un aforo máximo de un tercio y no más de 400 personas, y con hasta un 50% y 800 personas en la fase 3, como será el caso de Extremadura, que entra en esta etapa a partir de mañana lunes 8 de junio.

Así lo pone de manifiesto la orden publicada ayer sábado en el Boletín Oficial del Estado (BOE) por la que se modifican diversas órdenes con el fin de flexibilizar determinadas restricciones de ámbito nacional.

La publicación establece que todas las plazas, recintos e instalaciones taurinas al aire libre, cuya actividad se hubiera suspendido tras la declaración del estado de alarma, podrán reanudar la misma, siempre que cuenten, entre otras medidas de seguridad y prevención, con butacas pre-asignadas.

Asimismo, el nuevo texto destaca que aquellos materiales que sean suministrados a los usuarios durante el desarrollo de la actividad y que sean de uso compartido deberán ser desinfectados después de cada uso.

Repercusión en Extremadura

La noticia es importante para Extremadura, donde existe no solo una gran afición, sino que se trata de un negocio importante del que viven muchos que han visto para su actividad.

La realidad se resume así: ganaderos en apuros, toros enviados al matadero, empresarios con pérdidas, toreros sin calendario, subalternos sin ocupación... Lo cierto es que el mundo del toro ha sucumbido a la cuarentena, aunque alberga la esperanza de salvar el final de temporada. Con esta orden del BOE, se abren las posibilidades de reactivar esta actividad económica.

El coronavirus ha supuesto un serio envite para las 57.000 personas que trabajan en el mundo del toro, según los cálculos de la Asociación de Organizadores de Espectáculos Taurinos (ANOET). Su actividad, ya de por sí estacional (se paraliza en invierno), estaba a punto de iniciarse justo cuando el covid obligó al confinamiento.

Los toreros han vivido en la incertidumbre, los subalternos necesitaban trabajar y los empresarios han perdido el dinero invertido en las primeras corridas que quedaron suspendidas, y que no son ni mucho menos citas minoritarias. Según datos de ANOET, los toros constituyen el segundo espectáculo del país en recaudación por IVA (43 millones), por delante del resto de manifestaciones incluidas bajo el paraguas del Ministerio de Cultura.