Los ayuntamientos extremeños suspenderán la prestación del servicio de ayuda a domicilio y, en aquellos usuarios que la reciben como beneficiarios de la Ley de la Dependencia, se estudiará si se mantiene en las mismas condiciones o se reduce a fin de evitar nuevos contagios por coronavirus.

Según ha anunciado este lunes el consejero de Sanidad y Política Sociales, José María Vergeles, ya ha informado a la Federación Extremeña de Municipios y Provincias (Fempex) y a las dos diputaciones provinciales sobre esta decisión, que en las próximas horas comunicará a los ayuntamientos mediante una circular.

En concreto, si el servicio es prestado por los ayuntamientos, se suspende en todos los usuarios. Si quien lo recibe es un beneficiario de la Ley de la Dependencia, serán los servicios de atención social básica los encargados de determinar en qué términos se reduce.

No obstante, Vergeles ha aclarado que "en aquellas personas que lo necesiten, se va a realizar en la misma cuantía que lo tenían pactado con el SEPAD a través de su Programa Individualizado de Atención".

Asimismo, dentro también de la asistencia sociosanitaria, ha anunciado el cierre, "en las próximas horas y los próximos días", de balnearios, de las actividades de atención temprana para personas con discapacidad, de los centros de día de personas mayores y de las actividades de habilitación funcional.

La suspensión de la ayuda a domicilio ya se había anunciado también esta mañana por el Ayuntamiento de Mérida -donde lo reciben 400 usuarios-, no así por otros que optaron por mantenerlo a fin de seguir atendiendo a una población vulnerable.

En concreto, el Instituto Municipal de Servicios Sociales (IMSS) de Badajoz ha mantenido hasta ahora el servicio -que cuenta con una plantilla de 200 trabajadores-, pero priorizando los casos según necesidad y apoyos familiares, aunque sí que había ha disminuido la periodicidad de todos los servicios para evitar contagios durante los 15 días decretados por el estado de alarma.

En Cáceres, el Ayuntamiento había establecido un protocolo para la prestación del servicio que pasaba porque ni trabajador ni usuario mostraran síntomas de contagio, el establecimiento de medidas de seguridad y de autoprotección (mascarillas, guantes...) y el mantenimiento de la distancia de seguridad.

En Plasencia, el servicio de ayuda a domicilio, en el que trabajan 70 auxiliares para un total de 330 beneficiarios, se prestaba a día de hoy "casi con total normalidad", tras haber apartado del del servicio a aquellas trabajadoras que tienen alguna enfermedad o patologías que se consideran de riesgo y haber formado a la plantilla en medidas de protección y prevención frente al coronavirus.

Sin embargo, algunas familias de usuarios ya habían pedido al Gobierno municipal, a título individual, que no se preste el servicio en su domicilio durante, al menos, los próximos quince días, una renuncia que también se había producido en la capital autonómica.