El presidente de la Junta, Guillermo Fernández Vara, ha pedido al Gobierno central que los municipios libres de coronavirus puedan avanzar “más rápido” en la fase de desescalada. El jefe del Ejecutivo extremeño ha reconocido este domingo la dificultad de “meter a 47 millones de personas en una orden” y se ha mostrado convencido de que en las próximas semanas estará más despejado el horizonte para poder adoptar las decisiones de una manera más individualizada y acorde a las características de cada territorio. Por ello ha planteado que los municipios que no han registrado ningún caso y llevan más de dos meses libres de covid-19 (al menos 200 en la región) puedan avanzar una velocidad más rápida. “En algún momento habrá que proponerlo”, ha señalado en una rueda de prensa ofrecida tras la videoconferencia de los líderes autonómicos con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.

En la cita, Fernández Vara también ha planteado elevar hasta el 50% el aforo para el pequeño comercio a partir de la fase 1 de desescalada, al igual que se ha hecho con la hostelería. Según ha explicado, la cuestión se plantea tras los contactos mantenidos esta semana con la patronal extremeña del sector. Así, el planteamiento de Extremadura pasa por que las limitaciones estén más vinculadas al aforo que a los metros, algo que podría mejorar las condiciones para la reapertura de las tiendas. Una propuesta que también sería extensible al sector cultural, si bien “habría muchas maneras de ver de forma individualizada las situaciones y circunstancias".

Fernández Vara se ha ratificado en que las provincias de Cáceres y Badajoz deben ir de la mano en la desescalada y ha confiado en que así será, entre otros motivos porque el comportamiento de las áreas de salud más afectadas por el coronavirus (Cáceres, Plasencia y Navalmoral de la Mata) está mejorando y el crecimiento de los nuevos casos se da ahora de una forma más dispersa por toda la región. Según el presidente, los datos conocidos este domingo ponen de manifiesto que continúa la “senda de estabilización” de la pandemia en Extremadura y España, con una menor agresividad en la presencia del virus reflejado en que los nuevos casos que van apareciendo no llevan aparejados un incremento excesivo de ingresos hospitalarios ni en la UCI.

El presidente se ha mostrado a favor de mantener el estado de alarma durante toda la fase de desconfinamiento, ya que “no merecería la pena el esfuerzo que se ha realizado si ahora no se desescala siguendo todos los criterios que los expertos nos están dando”. Por ello, una vez más ha abogado por “mucho diálogo, acuerdo y consenso”. En este sentido, ha informado que el próximo miércoles se reunirá en la Asamblea la nueva comisión parlamentaria que evaluará las medidas a adoptar en Extremadura durante la fase de desescalada, una reunión donde la Junta presentará a los grupos el informe que se va a remitir al Gobierno para solicitar la entrada en la fase 1 el próximo 11 de mayo.

Según el presidente, tanto Cáceres como Badajoz están en disposición de cumplir los criterios y lo mismo ocurre por áreas de salud: en dos de ellas (Coria y Llerena-Zafra) ya no hay ningún paciente covid hospitalizado y en toda la región son 22 los enfermos en cuidados intensivos, cuando se dispone de casi 200 camas. Datos, a su juicio que permiten afrontar las próximas fases “con la tranquilidad de saber que hay muchos recursos disponibles para poder utilizar en caso de un rebrote ahora o en otoño”.