El Pleno del Senado ha aprobado por unanimidad el Proyecto de Ley de Cine, al que se han incorporado seis enmiendas de las 90 presentadas y que ahora deberán ser ratificadas en el Congreso. El Proyecto fue aprobado por 247 votos a favor, ninguna abstención y ningún voto en contra. Entre las enmiendas aprobadas -tres pactadas- figuran las relativas al sector de la exhibición -para dotar de más concreción a las ayudas para compensar la cuota de pantalla-; al cine de animación -precisando mejor los convenios que se podrán firmar con RTVE- y la que asegura una equilibrada y variada representación profesional en los órganos colegiados previstos en la Ley.

Asimismo, se ha aprobado una enmienda de CiU (con apoyo del PP) sobre los requisitos para que una obra cinematográfica sea considerada de nacionalidad española. En el texto inicial era imprescindible que el director fuera español o europeo, condición que ahora queda eliminada para no otorgarle un trato preferente con respecto al resto de autores (director de fotografía, guionista...) y abrir más nuestro cine.

El Proyecto de Ley fue defendido ante el Pleno por la portavoz socialista en la Comisión de Cultura del Senado, María José Navarro, quien excusó al ministro, César Antonio Molina, que se encontraba hoy en Santiago de Compostela para presidir la Conferencia Sectorial de Cultura. La mayoría de las formaciones lamentaron la premura del debate del texto legislativo, que se ha tramitado por el procedimiento de urgencia (entró el 26 de noviembre en la Cámara Alta) debido a las "prisas del Gobierno".

La portavoz socialista, sin embargo, negó que haya habido una tramitación "tortuosa" ni "prisas electorales", pues constató el alto grado de acuerdo y atribuyó la premura del debate en el Senado a los pasados días festivos y al veto a los Presupuestos Generales, que ha provocado el adelanto de esta votación. "Ha habido un espíritu de consenso y debemos felicitarnos, pero no debemos olvidar los problemas del cine, que no se van a resolver con esta ley, que se queda corta y que no es una ley del siglo XXI, más bien un paño caliente", ha afirmado el senador popular Juan Van-Halen, cuyo grupo mantuvo sus 23 enmiendas en el Pleno.

Por su parte, el portavoz de la Entesa Catalana de Progrés, Miquel Bofill, anunció el apoyo de su grupo al texto, aunque se quejó de la falta de sensibilidad hacia las competencias autonómicas y puntualizó: "nos queda siempre un resquemor por la poca consideración a las lenguas distintas al castellano y a sus creadores". Rosa Nuria Aleixandre, portavoz de CiU, llamó la atención sobre las enmiendas pactadas que luego fueron aceptadas en la votación: "eran tan fáciles de asumir, que sólo una postura intransigente del Gobierno podía justificar que no prosperasen". Francisco Xesús Jorquera (BNG) defendió sus 11 enmiendas a un texto que apoya, a pesar de su timidez en las reformas, según las palabras del portavoz del Grupo Mixto.