El Zorro es cada vez más Antonio Banderas. O viceversa. El actor malagueño y el famoso héroe de ficción alcanzan una simbiosis que casi roza la perfección en la nueva aventura del jinete enmascarado, La leyenda del Zorro . Hasta se puede sospechar que el artista ha hecho el guión a su medida y lucimiento. Y eso que, según confiesa, las acrobacias le han pillado desentrenado, o sea, más mayor. Una madurez que le hace decir cosas como que está preparado para retirarse como actor y que Pedro Almodóvar siempre le tendrá a su disposición.

La visita de Banderas a Madrid esta semana fue tan rápida como el trazo de la famosa inicial de su personaje. En La leyenda del Zorro , que se estrena el 28 de octubre en todo el mundo salvo en Japón, hay novedades. Siete años después de La máscara del Zorro , los personajes han madurado; la política hace su aparición, y don Alejandro y doña Elena (Catherine Zeta-Jones) han visto crecer a su hijo Joaquín.

"Las segundas partes se hacen porque el público lo manda", afirmó Banderas, que no descartó que no haya dos sin tres. Sólo pone una condición: que haya un buen guión, que esté el mismo director (Martin Campbell) y que repita Zeta-Jones.

La trama de La leyenda del Zorro incluye desavenencias conyugales que explotan la vena cómica de los dos protagonistas. "Era la fuente de comedia que yo buscaba", dice el actor, que desde el día 18 tendrá una estrella en el paseo de la fama de Hollywood.

A finales de este mes comenzará en Málaga el rodaje de El camino de los ingleses , con Fran Perea y Victoria Abril, basada en la novela homónima de Antonio Soler.