Son muchas las incógnitas que sobrevuelan al sector de la exhibición cinematográfica en estos momentos después del cierre de las salas por la crisis del coronavirus. A la espera de su reapertura limitada en la fase 2 de la desescalada, el gremio prepara todo un protocolo de medidas sanitarias para poder atender a los espectadores en estos tiempos de incertidumbre y paranoia pandémica.

¿Y si se pudiera asistir a una proyección de cine sin tener que renunciar a un entorno de máxima seguridad? Es lo que proponen los autocines, una fórmula que podría adquirir un nuevo sentido en tiempos de la nueva normalidad frente al componente nostálgico al que había quedado reducida su esencia en los últimos años como reducto vintage.

Los autocines nacieron en Estados Unidos en los años 30, pero tuvieron su máximo apogeo tras finalizar la segunda guerra mundial, en la era del baby boom, cuando llegaron a existir más de 4.000 recintos diseminados por el país. ¿Quién le habría dicho a su inventor, Richard M. Hollingshead Jr., que su idea para promocionar su marca de lubricantes iba a convertirse en una solución perfecta para ver cine sin arriesgarse al contacto social en el 2020?

Hasta hace dos años existían en España ocho autocines, tres en la Comunidad Valenciana, cuatro en el norte (en Gijón, Torrelavega, Getxo y Ribadesella) y uno en Madrid. Ahora podrían duplicarse en número siguiendo el ejemplo de países como Alemania, donde han vivido un auténtico resurgimiento. Desde el inicio de la pandemia han abierto 30 autokinos en ese país, consolidándose como una forma de ocio rentable y satisfactoria. En Lituania incluso han improvisado un autocine en un aeropuerto vacío para dar cabida al Festival Internacional de Vilna. Inventiva y capacidad de reacción frente a las limitaciones y restricciones que marcan nuestras vidas en estos momentos. Algo parecido ha sucedido en Corea del Sur, donde se ha incrementado venta de entradas en un 40% desde que estallara la crisis y se cerraran las salas. «La experiencia cinematográfica más segura está ahora en tu coche», publicitan.

«La gente quiere salir y así puede hacerlo de una manera totalmente segura», cuenta Tamara Istambul, una de las fundadoras, junto a Cristina Porta, del Autocine Race Madrid, con capacidad para 350 vehículos y que abrirá su recinto cuando la capital pase a la fase 1. «En pocos días se han agotado las entradas para ver Grease y Pulp fiction, dos clásicos de nuestra programación que vuelven a encontrar un motivo para ser disfrutadas en estas circunstancias». Como apunta Istambul, «este modelo de negocio parece haber sido diseñado para esta situación», toda una paradoja. Y aunque el contacto social ya fuera mínimo, se reforzarán las medidas de seguridad y, por supuesto, se reducirá el aforo para evitar aglomeraciones. Además, se cerrará el restaurante físico y la comida habrá que encargarla por internet previamente para que sea llevada directamente al coche. La empresa de Istambul y Porta se encuentra en fase de expansión y Barcelona sería una de las ciudades adonde llegaría en un futuro muy cercano un nuevo miembro de su franquicia.

‘BLOCKBUSTERS’/La última incorporación al mapa de autocines en España ha sido Cinemacar, en Alicante, que se convierte en la pantalla al aire libre más grande de Europa con una estructura de unos 500 metros cuadrados y con una capacidad para 400 coches que incluye una zona de césped artificial con palcos independientes y un escenario para posibles conciertos. También 3.000 metros cuadrados de parque para mascotas. En la entrada habrá arcos de desinfección para los coches, así como para las personas que entren en las instalaciones.

Además, contará con aseos «última generación covid-19», aunque no quede claro en qué consisten exactamente. Su inauguración está prevista para el 11 de junio y en el programa hay actuación del disyóquey local Puye y proyección de la película bélica de Roland Emmerich Midway. Su calendario de eventos se extiende con esa mezcla de música y cine todo el verano, con películas como Sonic, Terminator: Destino oscuro, Fast & Furious: Hobbs & Shaw, Las aventuras del Doctor Doolittle o It: Capítulo 2. Es decir, una nutrida representación de los blockbusters del pasado año.

EL MÁS ANTIGUO DE ESPAÑA / Por el momento, hasta el 29 de mayo no encontramos ningún estreno comercial programado. Así que el autocine más antiguo de España, y el primero que ha abierto sus puertas, el Drive In de Denia, ha puesto en marcha una singular iniciativa: que sean los propios clientes los que elijan las películas que quieren ver. A través de sus redes sociales abrieron una encuesta para que todo el mundo que quisiera asistir pudiera participar. El abanico era amplio, películas de los 80, 90 y 2000. Las más votadas, Los Minions y Parque Jurásico, de Steven Spielberg, que han inaugurado oficialmente la temporada.