Prestigio, sí. Pero también espectadores. Los seis Goya que amasó Camino la noche del domingo ponen en bandeja de plata la oportunidad de relanzar la película en las salas. El filme --que se estrenó el 17 de octubre-- vivirá una segunda vida comercial. La distribuidora, Alta Films, está negociando el número de copias con los exhibidores.

El año pasado sucedió algo parecido después de que La soledad , de Jaime Rosales resultara ganadora. Gracias al efecto Goya, la película regresó a las pantallas y consiguió en solo un fin de semana 17.000 espectadores, casi la mitad de los que fueron a verla desde que se había estrenado hasta que desapareció de las salas.

Camino ha sido vista por unas 200.000 personas, cifra insuficiente para recuperar la gran inversión (cinco millones de euros, una fortuna para una producción española). Tras conquistar seis de las siete estatuillas a las que estaba nominada, su director, Javier Fesser, se mostró confiado en la segunda vida comercial de un filme "difícil de defender". Basada en hechos reales, Camino narra el martirio de una niña hospitalizada debido a un tumor. La pequeña se resigna al dolor contagiada por la fe de su madre (una escalofriante Carme Elias) y del cura (Jordi Dauder).