Lo primero que hizo Carlos Areces nada más encender el pasado viernes su ordenador fue enviarle un correo electrónico a Alex de la Iglesia encabezado con la siguiente frase: "Es prácticamente imposible encontrar un mala crítica". Acto seguido, el actor añadió los enlaces con las reseñas de los principales medios de EEUU, donde ese viernes se estrenó The last circus (Balada triste de trompeta ) con el espaldarazo de los gurús, que la calificaron de "brillante, bizarra y deslumbrante" The New York Times y la compararon con cintas de Fellini, Tarantino y Taxi driver New Yor Daily News . Areces terminó el e-mail con una frase en mayúsculas: "Teníamos que haber ido allí". Y sí, en efecto, si el director hubiera podido viajar a EEUU lo hubiera hecho. Pero su nuevo filme, La chispa de la vida , le tiene totalmente encadenado con la música y la posproducción.