Anna Todd se casó con 18 años con un soldado, se trasladó a vivir a la base militar de Fort Hood (Texas) y mientras él estaba de misión bélica en Irak, ella trabajaba vendiendo maquillaje, de recepcionista o en la cadena especializada en gofres Waffle House. Reconoce que siempre ha sido fan de algo o de alguien: a los 13 años del actor Josh Hartnett; a los 20, de Robert Pattinson; a los 22, de la saga Cincuenta sombras de Grey, y a los 23, de Harry Styles. No sabía que esa adoración por el líder de la boyband One Direction le acabría cambiando la vida.

En el 2013 descubrió una herramienta gratuita llamada Wattpad en la que se podía leer todo tipo de géneros de autores más o menos experimentados, incluidas las fanfictions, ficciones escritas por fans de cualquier fenómeno imaginable dentro de la cultura popular, y también escribir. Así que Anna también comenzó a utilizarla para construir una historia romántica sobre un primer amor entre una chica estudiosa y conservadora (¿una imagen idealizada de ella misma?) que se sentía atraída por un trasunto de Harry Styles, aquí convertido en el guaperas malote de la clase.

Su relato, que tituló After, se convirtió en un auténtico éxito, siguiendo la estela de lo que ocurrió con E. L. James y su Cincuenta sombras de Grey, que comenzó siendo un fanfic (ficción derivativa) de Crespúsculo.

«Nosotros nos enteramos del fenómeno antes de que la editorial Simon & Schuster adquiriera los derechos, porque ya había un runrún, todo el mundo hablaba del libro. Además de los canales tradicionales, también hemos tenido que acostumbrarnos a buscar en otras plataformas destinadas a un público más joven que lee directamente en soporte digital», cuenta a EL PERIÓDICO María Guitart, editora de Planeta. «Publicamos After en el 2014 y tras cinco años no ha dejado de venderse cada semana».

Para Guitart, el caso de Anna Todd no se puede comparar con ningún otro, ya que su impacto fue espectacular desde el principio. Alrededor de un millón de ejemplares en castellano y 15 millones en todo el mundo. Estas son las cifras de este best-seller catalogado como novela juvenil romántica o new adult, para mayores de 16 años, ya que tiene un cierto contenido sexual. Un Cincuenta sombras de Grey para la Generación Z, aunque la propia Anna Todd prefiera compararlo con Crepúsculo, precisamente una de las sagas literarias juveniles pioneras a la hora de generar un fenómeno masivo mundial.

LAS CLAVES / ¿Pero qué tiene After de especial? ¿Por qué conecta tan bien con las nuevas generaciones? «Como lectora a la que le encantan las coming-of-ages de carácter romántico, al final siempre me daba la sensación de estar leyendo la misma historia», cuenta la propia Anna Todd durante su visita a Madrid para promocionar la adaptación cinematográfica de su novela. «En After hay más complejidad, más realismo». Para María Guitart, «habla el idioma del público joven y lo hace de tú a tú».

La editora nos cuenta que cada vez que Anna Todd ha venido a promocionar uno de sus libros ha desatado una auténtica locura entre sus fans, que la abrazaban como si fuera su amiga, alguien que de verdad las había logrado comprender. En su última visita programó una firma de ejemplares en La Casa del Libro de Gran Vía, en Madrid, y muchas adolescentes durmieron en la calle para ser las primeras de la fila.

La pregunta que queda en el aire después de ver los últimos informes de hábitos de lectura es: ¿los adolescentes continúan consumiendo libros? ¿Hay esperanza de que lo sigan haciendo cuando se conviertan en adultos? Guitart piensa que es un potente nicho de lectores y que tienen muchos autores superventas en su catálogo. Entre ellos, Federico Moccia, del que en España se han llevado al cine 3 metros sobre el cielo, Tengo ganas de ti y Perdona si te llamo amor. O John Green, responsable de Bajo la misma estrella o Ciudades de papel. También Blue Jeans, máxima figura española en el género y del que se adaptó El club de los incomprendidos.

Resulta curioso que buena parte de estas ficciones preconicen el amor romántico y el sexo seguro y en ellas los protagonistas no beban ni se droguen, cuando los informes advierten de un aumento de las conductas sexuales de riesgo y del consumo de drogas legales e ilegales entre adolescentes.

ESTEREOTIPOS / Además, a Todd muchos la acusan de seguir perpetuando los estereotipos en lo que se refiere a los roles de masculinidad acusada y feminidad sumisa y pasiva y de plasmar una relación de carácter tóxica. La autora se defiende: «Si solo pudiéramos contar historias bonitas, eso no sería real. Yo estoy orgullosa de mostrar una relación que no es perfecta, que tiene sus luces y sus sombras. Él no es malote porque lleve tatuajes, ni ella una tontita porque utilice ropa mojigata. Creo que juzgarlos por las apariencias sí es lo verdaderamente conservador».

Todd reconoce que su vida a lo largo de estos últimos cinco años se ha convertido en un auténtico torbellino y que incluso no le ha dado tiempo a asumir todo lo que le ha pasado mentalmente. Pero ha sabido lidiar con las editoriales, con la industria de Hollywood y convertirse en una de las autoras jóvenes mejor pagadas del mundo. Ahora que tiene 30 años, no se avergüenza de haber sido fan de Harry Styles porque «si no hubiera sido por él, no hubiera escrito esta historia».