Este viernes llega a las pantallas la película Mortadelo y Filemón. Misión: salvar la Tierra , dirigida por Miguel Bardem y protagonizada por Pepe Viyuela (Filemón) y Edu Soto (Mortadelo). El filme narra como los dos sabuesos de la T.I.A., creados por el dibujante Francisco Ibáñez hace 50 años, se buscan la vida para salir airosos de semejante encargo. Para ello, viajarán a la época romana y a la Edad Media.

Los dos personajes protagonistas del filme, segunda adaptación del cómic, se tienen manía. Pero, en el fondo, no pueden vivir el uno sin el otro. En esta entrevista, los actores que encarnan a la pareja de agentes secretos se sientan cara a cara y descubren lo mejor y lo peor de sus personajes. También hablan de ellos mismos. Fuera caretas.

--Edu Soto (E. S.). Mortadelo y Filemón demuestran que se puede ser compañero de trabajo y amigo. Ese es el mejor regalo que te puede dar la vida. A mí me ha pasado con esta película. Es maravilloso compartir mi trabajo, que me apasiona, con alguien con el que te ríes y te desahogas... De hecho, de todo el filme me quedo con el equipo humano. Han sido tres meses de gloria bendita.

--Pepe Viyuela (P. V.). Es verdad. Cuando trabajas con alguien y además le quieres lo tienes todo. Aunque, seamos sinceros, Mortadelo y Filemón no trabajan. Ellos viven. Son Quijote y Sancho luchando apasionadamente contra molinos de viento.

--E. S. Los dos son buenas personas. ¡Y muy fieles! En la película, ambos se dedican los mayores elogios cuando están a punto de morir abrasados en una hoguera en la Edad Media.

--P. V. Filemón es un chulo, pero no quiere que le pase nada a Mortadelo. Cuando su compañero está en peligro, él lo pasa mal también. Yo creo que tienen un corazón repartido.

--E. S. Y tanto. Si no estuvieran juntos no se dedicarían a nada. Simplemente, sobrevivirían. Están juntos y se dedican a ser agentes, pero podrían trabajar de cualquier otra cosa. Empresarios, por ejemplo.

--P. V. Sea lo que sea, el empleo duraría hasta la eternidad. No se van a jubilar nunca. Son inmortales.

--E. S. Francisco Ibáñez los ha hecho completamente inmortales.

--P. V. Un hombre que lleva 50 años dibujando y haciendo reír con sus viñetas no puede ser más que un genio. Ojalá dentro de 150 años nuestros tataranietos sigan disfrutando con Mortadelo y Filemón.

--E. S. Lo harán. Y será bueno. Los cómics, con tantos dibujitos, son una excelente manera de introducir a los niños en la lectura.

--P. V. Que lean, que lean lo que sea. La lectura es una forma de que las personas se cultiven. Hombre, vamos a ver, no te vas a leer los prospectos de los medicamentos.

--E. S. ¿Eh ¿Cómo que no? Es de lo poco que yo leo...

--P. V. Ya estamos. Si yo fuera, de verdad, Filemón le diriría a Mortadelo que su principal defecto es la falta de interés por todo. Todo le da igual. ¿Cómo se puede ser tan gilipollas en los momentos más terribles? También tiene virtudes, claro. Ahí está su bondad.

--E. S. En el caso de Filemón, las virtudes y los defectos son los mismos: su tesón. El se cree un superhéroe, pero en realidad es un desgraciado. Es tan feliz que piensa que puede salvar el mundo.

--P. V. Es que Superman, Spiderman y Spirit tienen mucho que aprender de Filemón.

--E. S. Como ellos, Mortadelo y Filemón son de otro planeta. Lo que pasa es que los estadounidenses les pintan guapos y fuertes. Nosotros, sin embargo, tenemos una pinta...

--P. V. Somos feos y estamos solos. Pero ese sentimiento de soledad es lo que hace que los dos estén muy unidos.

--E. S. Tanto que casi son una pareja de hecho. ¿Para qué quieren una novia? En realidad, ambos son solteros para la eternidad. Cuando una tercera persona se mete de por medio las cosas se tuercen. Mortadelo no puede soportar que Filemón tenga una novia.

--P. V. El tampoco. ¡Filemón no quiere esa novia!