El Gobierno británico pidió ayer a los medios de comunicación que no se entrometan y dejen cumplir su deber al príncipe Enrique de Inglaterra cuando sea enviado con su regimiento a Irak. El secretario de Estado para las Fuerzas Armadas, Adam Ingram, afirmó que el interés de la prensa puede afectar a la seguridad del príncipe. Además, Ingram dijo que es fundamental "que le dejen hacer su trabajo y no se centren tanto en él".