El dios Baco representa el vínculo entre el vino y el teatro y ahora el festival de Mérida ofrece desde ayer en una exposición un recorrido por toda esa simbología de uno de los dioses más complejos de la Antigüedad. La muestra El mito de Dionisio Baco, del néctar de los dioses a los rituales trágicos , instalada por la Fundación y Bodegas Vivanco, reúne grabados y otras piezas que narran la vida del dios y su vinculación con celebraciones y ceremonias con un marcado carácter festivo, informó ayer la organización del certamen de teatro.

La exposición presenta una selección de los fondos del Museo Vivanco de la Cultura del Vino ubicado en Briones y catalogado por la Organización Mundial de Turismo como mejor museo del vino del mundo. La muestra podrá verse hasta finales de agosto en la sede del festival, en la calle Santa Julia 5, de lunes a viernes de diez de la mañana a dos de la tarde, y de cinco a ocho.

La primera parte está compuesta por 15 grabados a través de los cuales se narra la vida del dios. Comienza representando su atormentado nacimiento en el que su padre, el dios Zeus, tuvo que rescatarlo del vientre de su madre moribunda y completar su gestación en su muslo. Trece de las estampas corresponden a una serie realizada por el genial grabador holandés Jacob Matham sobre dibujos de David Vinckboons. Las reducidas dimensiones de estas obras, que les acercan al mundo de la miniatura, atestiguan la destreza del autor con el buril.

A continuación se exponen siete obras que ilustran la vinculación del dios con celebraciones y ceremonias con un marcado carácter festivo. La interpretación que hacen de él diferentes autores a lo largo de la historia atestigua que se trata de una deidad sumamente compleja con atributos muy heterogéneos en función del origen geográfico de su culto. En esta parte destacan especialmente la Alegoría del otoño de Pietro de la Testa y el Baco sentado en la barrica con Cupido y la musa de la música de Johan Sadeler sobre un dibujo de Joos Van Winghe dedicada al Emperador Carlos de Austria.

Esta exposición se suma a la que alberga el museo de arte romano de Mérida hasta diciembre Theatrum, espacio y escena y que indaga en las raíces y el significado del mundo escénico en la antigua Augusta Emerita.