Glenn Ford, el padre de Superman en la Tierra, el actor de sonrisa fácil y rostro amable que se convirtió en una de las estrellas más populares de su generación tras su papel en Gilda junto a Rita Hayworth y cimentó su carrera con películas del oeste, melodramas y comedias románticas desde principios de los 40, falleció el miércoles a los 90 años. El equipo médico que lo atendía lo encontró muerto en su casa de Beverly Hills.

"Tenía esas cualidades mágicas que son intangibles pero muy impactantes en la pantalla. Era una auténtica estrella de cine", recordó Sidney Poitier, su compañero en Semilla de maldad (1955). Su debilitada salud le impidió acudir el pasado mayo al homenaje por su 90 cumpleaños organizado en Los Angeles. Pero envió un vídeo. "Ojalá pudiera estar ahí- Hay tantas cosas por las que debo estar agradecido", dijo a los presentes en aquel tributo donde Shirley Jones, con la que compartió pantalla en El noviazgo del padre de Eddie , lo describió "como una de las piedras angulares de nuestra industria, y ya no quedan muchas".

Ford era una de las grandes figuras que tuvo que abandonar en 1992 tras sufrir una embolia. Era un trabajador incansable que se embarcaba en varios proyectos cada año, con comedias como Muerto recalcitrante y wéstern como Furia en el valle o Los cuatro jinetes del Apocalipsis , en las que demostraba sus dotes con los caballos (jugaba bien al polo).

NACIDO EN CANADA "Noel Coward me dijo una vez que te das cuenta de que eres viejo cuando dejas de sorprenderte. Pues bien, yo sigo sorprendiéndome", confesó este actor nacido el 1 de mayo de 1916 en Sainte-Christine (Canadá), hijo de un empresario del ferrocarril y sobrino de un exprimer ministro canadiense. Ford se mudó a Santa Mónica con su acomodada familia cuando tenía 8 años y empezó a actuar en el instituto para después unirse a la compañía de teatro West Coast.

Su padre le dio un consejo: "Está bien que intentes actuar siempre y cuando aprendas algo más y seas capaz de arreglar un coche o construir una casa". Glenn Ford escuchó las recomendaciones de su progenitor: trabajó instalando ventanas y limpiando un bar en Santa Mónica por cinco dólares semanales al que volvía casi a diario cuando ya era una estrella. "Hay muchos lugares, que me impiden olvidar cómo empecé", comentaba este hombre al que le llegó su gran oportunidad en 1939, debutando con Heaven with a barbed wire fence y firmando su primer contrato con Columbia hasta que la segunda guerra mundial le obligó a alistarse. En 1943 se casó con la primera de sus cuatro esposas: Eleanor Powell con la que tuvo a su único hijo.