El presidente de la Agrupación Flamenca de Extremadura, Federico Vázquez, fue testigo de excepción en la final del concurso de Cante de Las Minas de La Unión, "el más importante del mundo", apostilló.

Se le acababan ayer los adjetivos para calificar la actuación de Celia Romero en el certamen: "En la minera --uno de los palos obligatorios para concursar--, estuvo magnífica, pero en la taranta fue de sobresaliente", decía.

Explicaba Federico Vázquez la dificultad de la minera y los cantes de levante, otro palo obligatorio para los concursantes, "en la taranta hay que saber respirar sin que se note", puntualizaba.

El éxito de Celia Romero en La Unión lo achaca Vázquez a "la sangre fría" de la cantaora extremeña. "Actuó --añadió-- con una tranquilidad pasmosa". Temían que tras recibir la Lámpara Minera, cuando el premiado hace el bis, los nervios traicionaran a la joven cantaora, "pero no, lo volvió a bordar".

Para Vázquez, la Lámpara Minera quizás ha llegado un poquito "demasiado pronto" porque ahora viene lo más díficil: demostrar que ha obtenido el premio por méritos propios y que no "es fruto de la casualidad de una noche", y eso se lo van a exigir a partir de ahora, "porque con la Lámpara ya no eres uno más y el público exige que lo demuestres".

El presidente de las agrupaciones flamencas de la región cree que la gran virtud de Celia como cantaora y como ganadora se basa en conocer muy bien los cantes mineros y "por supuesto, tener las facultades para cantarlos".