Un año más, los Forqué, que son concedidos por la asociación de productores cinematográficos y creados por EGEDA (Entidad de Gestión de los Derechos de los Productores Audiovisuales), se encargaron de dar el pistoletazo de salida a la temporada de premios. Y lo hicieron con algunas sorpresas significativas que pueden servir de termómetro para los próximos Goya.

La pugna parecía encontrarse entre Pedro Almodóvar y Alejandro Amenábar con sus aclamadas películas Dolor y gloria y Mientras dure la guerra, sin embargo, fue La trinchera infinita, de los vascos Jon Garaño, Aitor Arregi y José Mari Goenaga, la que se alzó triunfadora en la categoría de Mejor Largometraje de Ficción.

Indiscutible favorito

En el apartado de Mejor Actor, ganó el malagueño Antonio Banderas, el sin duda indiscutible favorito por Dolor y gloria, donde interpreta al propio Almodóvar; y en el de Mejor Actriz, Marta Nieto consiguió llevarse uno de los galardones más competidos de la noche gracias a su trabajo exquisito en la película Madre, dirigida por Rodrigo Sorogoyen.

Más galardones que dejó la noche del sábado: el premio al mejor documental fue a parar a Ara Malikian: Una vida entre las cuerdas, de Nata Moreno, sobre la vida y la carrera del famoso violinista, y el de mejor cortometraje a El nadador, de Pablo Barce.

Asimismo, la argentina La odisea de los Giles, protagonizada por Ricardo y Chino Darín, fue reconocida como la mejor película latinoamericana, mientras que el filme de Netflix Diecisiete, de Daniel Sánchez-Arévalo, obtuvo el premio a los valores sociales.

25 años

Este año, los Premios Forqué cumplían 25 años y, para celebrarlo, los productores otorgaron un galardón especial a una de las triunfadoras de sus pasadas ediciones. Entre las nominadas se encontraban Tesis, La buena estrella, Solas, La isla mínima y El laberinto del fauno. Esta última fue la que resultó ganadora en este apartado especial de la gala.

Además, Gonzalo Suárez fue Medalla de Honor por sus más de 50 años de profesión.