El fotógrafo y publicista Leopoldo Pomés falleció ayer en Gerona, a los 87 años, según anunciaron fuentes de su familia. Personaje muy vinculado a la vida barcelonesa, fue miembro de la Gauche Divine y propietario de restaurantes conocidos en la vida barcelonesa como Flash Flash, Il Giardinetto y Carballeira.

Comenzó como fotógrafo de publicidad y pronto pasó a dirigir campañas como director creativo de la agencia Tiempo, con las que realizaría trabajos tan conocidos como los anuncios de las burbujas Freixenet. Creó un estilo muy personal de publicidad con fotografías de mujeres. Entre ellas su pareja Karin Leiz (las fotos del Flash Flash), su amiga Teresa Gimpera o la modelo Margit Kocsis, a la que inmortalizó en un anuncio del brandy Terry a lomos de un caballo blanco.

Junto a Víctor Sagi dirigió el espectáculo de apertura de la Copa Mundial de Fútbol de 1982 celebrado en Barcelona y fue elegido para crear la campaña de imagen de la candidatura de Barcelona por organizar los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992.

Tenía la Medalla de Oro al Mérito Artístico del Ayuntamiento de Barcelona, con el Premio de Artes Plásticas de la Generalitat de Cataluña en 1998 y con la Cruz de Sant Jordi en 1999. En el 2018 recibió el Premio Nacional de Fotografía.? El junio, en la presentación de sus memorias No era pecado (Tusquets), confesó que para él lo más importante en la vida «ha sido mirar». En declaraciones a Efe, la periodista Lídia Penelo, que trabajó con Pomés durante un año en el proceso de confección de sus memorias, señaló que se va «un personaje irrepetible, un fuera de serie, alguien que nunca se puso límites, un hedonista».