El Premio Nacional de Cinematografía, Juan Mariné, ha recibido hoy un homenaje a toda su carrera por parte de la Filmoteca de Extremadura y en su loa al cine español ha dicho que al ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, "le pondría a trabajar conmigo en una película antes de opinar".

El director de fotografía, con 92 años y más de 120 películas filmadas, continúa en activo y ha manifestado hoy, en una rueda de prensa previa, que con el cine español no se puede generalizar.

Así, sobre las declaraciones Montoro sobre la baja calidad del cine español, ha indicado que en la actualidad existen "grandes profesionales" y que aunque respeta el trabajo como ministro de Montoro, le pondría a trabajar en una película con él "antes de opinar".

Asimismo, Juan Mariné ha indicado, que aunque es cierto que hay películas que "dan ganas de pedir que te devuelvan la entrada" hay otras que considera "grandes obras" por su capacidad de "interesar al público, limpieza y no manipulación".

Estas características se dan, según Mariné en la película "Eva" de Kike Maíllo, para el director de fotografía uno de los ejemplos de "buen cine español".

A lo largo de su dilatada trayectoria el también profesor de escuelas cinematográficas, ha rechazado numerosos proyectos porque no le atraía la historia "o eran directores que trabajaban para ellos y no para el público", ha asegurado.

Para Juan Mariné siempre ha sido muy importante que la película atrajese a las salas a espectadores porque la inversión que se hace es muy grande "y es muy triste ver salas vacía", por lo que antes de embarcarse en un proyecto "hay que tener en cuenta al público siempre".

Mariné ha trabajado con los mejores artistas y directores del cine español y ha colaborado con Antonio del Amo en sus primeras películas y también rueda con José María Forqué en numerosas producciones.

Igualmente estuvo a las órdenes de Manuel Mur Oti y José Luis Sáez de Heredia y en su última etapa trabajó especialmente con Pedro Lazaga y Pedro Marsó.

Precisamente con Pedro Marsó rodó una de las películas a las que más cariño tiene, ha señalado, se trata de "La gran familia" y ha recordado como a la actriz Amparo Soler le costó meterse en el papel de madre porque no tenía hijos y que luego se convirtió en "la madre ideal de todos".

Para Mariné, a sus 92 años es muy importante recordar sus inicios, de cómo a los 4 años empezó a ir al cine con su madre en Barcelona, a los 14 se coló en un rodaje y fue contratado como ayudante de cámara y como a partir de ahí "ni el hambre ni la Guerra Civil, en la que fue reportero, me pudieron apartar del cine".

En la rueda de prensa ha estado acompañado por el director de la Filmoteca de Extremadura, Antonio Gil Aparicio y por el cineasta extremeño Pablo Nacarino, quienes han destacado que el cine español "no se podría entender sin su persona" y que por las manos del director han pasado muchos profesionales del cine actual.