Hace algún tiempo, después del concierto de la Quinta de Mahler, estuve hablando con Krzysztof Wisniewski, violín en la Orquesta Nacional de España y concertino de la Orquesta de Extremadura en ese lance. No sobre violines (que hubiéramos podido: tiene un Contreras, que es algo así como el Stradivarius español, uno del siglo XVIII), sino sobre su labor como vínculo. Qué capacidad psicológica hay que tener. Al fin y al cabo, son más de 50 o 70 músicos allí arriba, educados para ser solistas de sus respectivos instrumentos, con sus concepciones de las obras que interpretan (no: tocar en una orquesta no es solo leer símbolos en un pentagrama y rascar unas cuerdas o soplar por una embocadura) y el director, con su propia visión... y el concertino en medio de todos ellos. "A veces no estás de acuerdo con el criterio del director. Pero da igual. Tu labor es ayudarlo, transmitir sus órdenes: ese es tu trabajo y lo demás no importa".

Y esto, señores, se llama lealtad.

Joseph Joachim se enfadó con Brahms porque no le fue leal. El violinista (y director de orquesta y compositor y profesor --qué hemos hecho los demás con nuestras vidas, ¿no se lo preguntan cuando leen ciertas biografías?--) se había separado de Amalie Weiss porque pensaba que ella se había liado con el editor de Brahms, Fritz Simrock. Brahms creyó que las sospechas de su amigo eran infundadas, le escribió una carta a Weiss y ella la usó como prueba a su favor en el proceso de divorcio. Como disculpa, Brahms compuso el Doble concierto en la menor para violín y violonchelo , Joachim frei aber einsam, decía: Joachim, libre pero solo. El chelista era Robert Hausmann y Brahms siempre estuvo en el podio, dirigiendo. Con la Orquesta de Extremadura dirige Alvaro Albiach y el violín y el cello serán Krzysztof Wisniewski y Miguel Jiménez, ambos de la Orquesta Nacional de España. Si quieren más música pero están en el norte, en el Museo Pérez Comendador-Leroux, que nunca nos cansaremos de glosar, estarán Víctor Estrada al contrabajo y Lucjan Luc al piano.

Browning dijo que, quien escucha música, siente que su soledad, de repente, se puebla. En el teatro pasa lo mismo. Gracias a él nos percatamos de que no hemos cambiado tanto. No hemos cambiado nada. "Morirás. Ello es naturaleza del hombre, no pena". Así comienza Quevedo De los remedios de cualquier fortuna . Cierto es: sea uno rico o pobre, si muere, su mala o buena fortuna se caduca. Morfeo Teatro ha elegido sus sátiras y discursos políticos (en la web están todos ellos, en la Biblioteca Cervantes, que un día será más manejable de lo que es) para denunciar los desmanes de magistrados y banqueros. Es una escuela de los vicios con titulaciones que acreditan que uno es dicto en mentir, robar, medrar y engañar. Es el diablo (qué personaje tan interesante ha sido siempre) quien imparte las clases. A él se le ha invocado para conjugar inmortalidades o amores imposibles. Sobre un triángulo amoroso, en las tablas y fuera de ellas, o un triángulo egocéntrico, también, habla Un recuerdo de Avignon , que es además metateatro y relaciones maternofiliales. Sobre las relaciones madre-hija, que son tan distintas a las de padres e hijos, la literatura ha hablado mucho, pero no lo suficiente. También sobre Dios, sobre él más. La semana que viene, la mejor imaginería de Extremadura saldrá a la calle para hablar del justo momento en que un hombre que también fue un dios supo que su padre le había abandonado. Todo está escrito. La última vez que se comparte la comida con los amigos, la traición, la súplica (aparta de mí este cáliz) y la soledad profunda, salvo por una madre, una puta y el discípulo más amado. Tres de miles. Esta semana, esa historia de muerte, y otras, se narrarán con música.

Con las mujeres

La gente normal también muere por decisiones políticas, como Jesús. De hecho, la gente normal es la que muere por decisiones políticas. En 1986, una mujer que se llamó Soraya Manutchehri, fue apedreada hasta morir en un pequeño pueblo de Irán. Su marido quería casarse con una chica de 14 años, por lo visto. La acusó de adulterio. A su memoria se va a dedicar el Festival Grito de Mujer, que quiere denunciar la violencia de género, con las actuaciones de Domingo El Madalena, Emilio Serrano y La Caracola. No ha cambiado nada en este tiempo. O ha cambiado, pero no tan rápido. No sabemos qué hace falta. Quizá más cultura, sí. Al fin y al cabo, es lo que cohesiona las sociedades.

Grito de Mujer. Viernes, 18 de marzo. 19.00 horas. Diputación de Badajoz.

Concierto. Museo Pérez Comendador-Leroux. Viernes, 18 de marzo, 19.00 horas. Hervás

OEx con Krzysztof Wisniewski y Miguel Jiménez. Viernes, 18 de marzo, 20.30 horas. Gran Teatro (Cáceres).

Coro Ad Libitum. Viernes, 18 de marzo. 20.30 horas. Capilla del Parador de Mérida.

Un recuerdo de Avignon. Teatro contemporáneo a partir de 16 años. Viernes, 18 de marzo. 21,00 horas. Sala Guirigai (Los Santos de Maimona)

La escuela de los vicios. Dirección y dramatización Francisco Negro. Sábado, 19 de marzo. 21.30 horas. Gran Teatro (Cáceres)

Concierto de Semana Santa. Domingo, 20 de marzo. 19.30 horas. López de Ayala.