Ayer fue el segundo día más importante en la vida del Museo Reina Sofía, después del de su fundación, que entra definitivamente en el siglo XXI con la aprobación en Consejo de Ministros del proyecto de la Ley reguladora de la institución.

Así lo consideró su director, Manuel Borja-Villel, en la rueda de prensa celebrada en el museo para dar a conocer el texto que dotará al centro de arte de un nuevo marco jurídico que le permitirá una gestión más ágil y flexible. Uno de los aspectos más fundamentales del proyecto, que convierte al museo en Entidad de Estatuto Especifico, es la posibilidad que se le da a la institución de tener mayor acceso a otras fuentes de financiación, así como la creación o participación en sociedades o fundaciones.

Esto supone "tener la capacidad de atraer a personas e instituciones que nos pueden conseguir financiación, donar obra o hacer depósitos, en un momento en el que las obras de arte contemporáneo son imposibles de conseguir en el mercado debido a sus precios", dijo el presidente del Patronato Guillermo de la Dehesa. La idea es que el museo tenga un Patronato "muy fuerte y con un peso importante. Hay que atraer a la sociedad civil, pero no solo a la española sino a personas de todo el mundo".

La cultura cada vez atrae a más gente por lo que "competir en cultura es como competir en cualquier otro campo. En España es un valor añadido más rentable que otras actividades que hay que explotar", añadió.

En este panorama, el proyecto considera como actividades prioritarias de mecenazgo las realizadas por el museo a efectos de la aplicación de incentivos fiscales. Borja-Villel destacó también los aspectos del texto que confieren al museo mayor flexibilidad de contratos y presupuestaria, así como mayor agilidad de convenios internacionales y la capacidad de generar recursos propios.