Javier Alcaíns ilumina libros. Este de iluminador fue oficio medieval, previo a la aparición de la imprenta, cuando los libros se escribían a mano con una caligrafía cuidada y se iluminaban o ilustraban. Salvo los denominados libros de artista, esta tarea prácticamente desapareció.

En 1986, atraído por el universo de los códices medievales, Alcaíns (Valverde del Fresno, 1963) decidió retomar el oficio y realizó su primera versión de Cantar de cantares . Desde entonces ha iluminado 25 libros, propios y ajenos, de los cuales cuatro aparecieron en la principal editorial española dedicada a recuperar facsimilarmente códices y obras maestras de bibliofilia: Libro de Daniel , El apocalipsis de San Juan , Cantar de cantares y Beato de Liébana .

Ahora su autor ha decidido convertirse en editor de sus obras ante la respuesta negativa de varias editoriales. Los primeros volúmenes en aparecer son Arquitectura melancólica y Bestiario del insomnio .

Tecnologías

Las nuevas tecnologías le han ayudado en esta tarea editorial. Un escáner y una impresora de calidad, y el programa de tratamiento de imágenes photoshop le han permitido imprimir facsímiles a partir de un original dibujado en color y escrito a mano con una caligrafía pulcra y legible.

Con una tirada máxima de 250 ejemplares, que irán saliendo en tandas de diez, pueden comprarse en las librerías Vicente y Boxoyo de Cáceres. También se consiguen en la página web del autor, www.telefonica.net/web2/javieralcains.

No son libros baratos (cuestan 180 y 150 euros), y cada uno ellos está numerado y firmado por su autor.

Su producción como iluminador refleja el mundo cultural de Javier Alcaíns. El de la Biblia ("aunque no tengo fe religiosa, pero me interesa como literatura"), el de Poe (iluminó El cuervo ), Octavio Paz (Piedra de Sol ) Lorca o Gimferrer. También el de otros autores, como Borges o Stevenson; "aunque aún no he hallado la manera de ilustrarlos".

El libro Arquitectura melancólica reúne cuentos y poemas de Alcaíns escritos e iluminados entre 1982 y 2003. "Reflejan mi parte Cunqueiro, mi parte Borges, los mitos populares", afirma el escritor extremeño. Esas son las historias de la relación entre una niña y su sombra, la del hombre que inventa un animal en China con una glándula para curar la mentira, la de una torre que alcanza el firmamento porque es un cohete, la de un río que decide marcharse de la aldea por la que pasa...

Bestiario del insomnio sigue la tradición de los bestiarios (compendios de animales imaginarios, con un contenido moralizante, muy populares en la Edad Media), y que cultivaron posteriormente artistas como Leonardo da Vinci, Toulouse-Lautrec, y en el terreno literario el argentino Julio Cortázar.

En su bestiario, Alcaíns inventa además un alfabeto, a partir del latino, para describir distintas clases de animales: uno que ignora la perspectiva, otro que es sordo y muestra su ignorancia ante un instrumento musical, una jirafa a la que le han crecido las patas y no el cuello (en contra de la convencional explicación evolutiva) para poder llegar a lo alto de los árboles...

La belleza de los dibujos, la composición de sus páginas subrayan el valor artístico de los dos volúmenes y reflejan el amor de su autor por los libros y la obra bien hecha.