El escritor alburquerqueño afincado en Madrid, Luis Landero, ha asistido un año más al acto del fallo y entrega de los premios literarios convocados por el I.E.S. Castillo de Luna, a los que da nombre, que se ha celebrado en la Casa de la Cultura del municipio pacense.
Gracias a su relato "Negro granate", el joven zaragozano, Alberto Monreal Escolano, ha conseguido el primer premio, valorado en 600 euros, de los XXIII Premios de Narraciones Cortas Luis Landero para alumnos de secundaria.
Por su parte, los dos accésits, de 150 euros cada uno, fueron para la madrileña, Raquel Periáñez y la burgalesa Gema Cerezo. Los tres trabajos serán publicados por la Editora Regional.
En su intervención, el autor de "Juegos de la edad tardía", su novela de mayor éxito, o más recientemente de "Absolución", se refirió a los relatos ganadores, donde predominan, por un lado, las "maldades de la vida: la enfermedad, la muerte, el horror, la corrupción", en contraposición de la esperanza y la belleza, representadas en "el arte, la naturaleza, el amor, la solidaridad".
Y por otro lado, el azar "que gobierna en gran parte" las vidas de las personas, junto al destino que forja cada una de ellas aunque, sin embargo, ha señalado que la crisis que padece el país no es fruto del azar, sino que tiene unos culpables claros.
"Cuatro señoritos que nos dictan el destino desde arriba. Algo que no debemos permitir, y que no permiten todos esos luchadores que se echan a la calle para oponerse a los desahucios, por ejemplo, que no quieren que nadie escriba su futuro", ha aseverado.
Estos temas, el azar y el sabor agridulce de la vida, junto al paso del tiempo, "el del reloj y el de la conciencia", son los temas centrales de los relatos ganadores, porque "la literatura ayuda a descifrar la vida", concluyó Landero.
El acto, al que asistieron también alumnos y profesores de los institutos de Santa Marta de los Barros, Zahínos y San Roque (Badajoz), finalizó con la representación del musical "Jesucristo Superstar" a cargo de alumnos del centro organizador.
