«La poesía es un género literario en el que la musicalidad del texto adquiere una especial relevancia. Los vínculos entre poesía y música son múltiples y han sido explorados de muy variadas formas». Quien así se expresa es el compositor madrileño Manuel Martínez Burgos, que hoy estrena mundialmente en Badajoz, a las 20.30 horas en la diputación provincial (ciclo Música actual), las obras Romancero gitano y Poeta en Nueva York, ambas inspiradas en los textos de Federico García Lorca, y lo hace acompañado al piano por el granadino Juan Carlos Garvayo.

Catedrático en el conservatorio superior de música de Oviedo y profesor en la Universidad de Oxford y considerado por la crítica especializada como uno de los compositores más aclamados por su generación, Martínez Burgos, y al hilo de lo expuesto anteriormente sobre poesía y música, señala que «un camino aún poco transitado es aquél en el que el intérprete musical se convierte también en recitador, rompiendo así las barreras tradicionales entre el actor y el músico», y por esta razón, en este proyecto que hoy estrena en Badajoz, «la electroacúsica cobra una especial relevancia, transformando la propia recitación e iniciando una dialéctica tanto con el piano como con el texto poético. La prosodia se torna así en hilo conductor de la obra, creando espacios sonoros donde la palabra mantiene su papel como protagonista del acto comunicativo. Y es ahí donde nos damos cuenta de que el ‘arte’ no conoce fronteras, se sitúa en un ámbito ajeno al espacio y al tiempo y nos inunda convertido en Música, en instrumento de comunicación humana».

Tanto Poeta en Nueva York como Romancero Gitano «proporcionan un marco excepcional para este diálogo mágico entre el recitador, el piano, la electroacústica y la poesía en una propuesta novedosa y atractiva», resalta.