La última película del siempre provocador Lars von Trier funciona a varios (o infinitos) niveles y quizá no baste un solo visionado para asimilarla. Es un slasher, una comedia negra, una sesión de psicoanálisis, una colección de digresiones sobre las disciplinas más diversas… A veces fascina, a veces puede desesperar, pero debe ser vista a toda costa.

’Streaming’ en Movistar+ y Filmin