Aunque han desaparecido más de dos millones de euros anuales de sus cuentas desde el 2003, sus deudas persisten. Por eso, Michael Jackson acudió el jueves a la Corte Suprema de Los Angeles para pedir una compensación por los daños derivados del mal uso de su dinero. Jackson denunció a la firma Bernstein, Fox, Whitman, Goldman & Sloan, a la que contrató en el año 2003 para que llevara su contabilidad por valorar que ha realizado operaciones con su dinero sin su consentimiento.