La misión es clara: atrapar al público familiar en una temporada de voraz competencia de musicales. Los padres de Mortadelo y Filemón. The miusical ha tirado la casa por la ventana en su ofensiva para arrasar en el Tívoli. A golpe de talonario --cuatro millones de euros les ha costado la broma, el musical más caro a día de hoy--, el director Ricard Reguant (Grease), ayudado por los guionistas Carlos Martín y Juanvi Pozuelo, ha buscado "sorprender" a los espectadores con una puesta en escena rompedora y trepidante.

Un derroche tecnológico y multimedia acompaña el salto de los personajes de Francisco Ibáñez al escenario. Jacabo Dicenta (Mortadelo) y Juan Carlos Martín (Filemón) encabezan el reparto. "Buscaba sobre todo buenos actores", dice Reguant. Pero además, cantan, vuelan con arnés y bailan claqué. "Es un montaje muy complejo. Yo no he visto nada igual, excepto El señor de los anillos, en Londres. Hemos necesitado tres meses de ensayos, cuando lo normal son dos como máximo".

Hay caídas acrobáticas, vuelos aéreos, proyecciones y una divertida escena en 3D, con el monigote del dibujante. "Trabajan 14 técnicos y otros cinco para los cambios de vestuario", informa el director. Y es que Mortadelo, al igual que en las viñetas, hace alarde de su característico travestismo cambiando de traje en un pispás.

DE KARINA A RAPHAEL A los efectos especiales se une la frenética sucesión de estrofas del cancionero patrio. El baúl de los recuerdos , Black is black , Borriquito como tú , Oh mami blue , Noelia (aquí Ofelia ),... Un repaso fulgurante a la banda sonora de los años 60, 70 y 80, de la dirección musical de Joan Enric Garde.

La trama, simplona y trufada de chanzas y guiños, se tiñe de rosa e insufla por primera vez sentimientos amorosos a los dos agentes de la CIA, que este año celebran su 50º aniversario. Los dos personajes se enamoran de la misma chica, Marilú (Ana Ruiz), voz clónica de la Cañizares de Cámera Café .