La figura femenina y el cuerpo de la mujer fueron "la base y el fundamento de la obra de Picasso a partir sobre todo de 1907, con Las señoritas de Aviñón , y en toda la época cubista", afirmó ayer en Málaga Robert Lubar, profesor de Historia del Arte en la Universidad de Nueva York. Lubar se opone a la tesis que sostiene que la aparición de cada nueva amante en la vida del creador malagueño implicó un cambio de estilo en su obra artística.

Picasso, del que el Museo Luis de Morales de Badajoz exhibe una exposición de retratos de mujeres, mostró una capacidad de "cambiar de estilo en cada caso, de figurativo a abstracto, cubista o surrealista", y tuvo "diferentes maneras de ver a una mujer o a una amante", según Lubar.