Nadeem Aslam (Gujranwala, 1966) abordó en sus primeros libros (La casa de los sentidos, Mapas para amantes perdidos ) la situación de las comunidades pakistanís en Occidente. "Una de las grandes historias del mundo es cómo las privaciones económicas hacen que una persona salga de su país para ir a otro", explica. Pero en su último libro, El jardín del hombre ciego , regresa a su Pakistán nativo para intentar entender el conflicto con Occidente desde esas tierras.

--¿Ha podido pasear por el Raval y hacerse una idea de cómo se ha insertado la comunidad pakistaní aquí?

--¡Tengo primos y conocidos de Pakistán que viven aquí! Voy a empezar una trilogía de novelas y parte de ella sucederá en Barcelona, en este barrio. Así que lo visitaré en la ficción. Y vendré una temporada para captar cuál es la situación. Aunque esta investigación sobre la inmigración la he estado haciendo durante la mayor parte de mi vida. Cuando fui a vivir a Inglaterra yo tenía 14 años y mis padres tenían unos 40. Si hablamos de asimilación, claramente mis hermanas y yo estamos más integrados en la vida británica que nuestros padres. Fuimos a la escuela, al instituto, tuvimos que buscar un trabajo. La generación anterior sigue hablando urdú o punjabí, pero los jóvenes las combinan con la lengua de acogida. Mi madre, después de 40 años viviendo en el Reino Unido, todavía dice: 'Hoy hace mucho frío aquí'. Yo digo: 'Hoy hace mucho frío'. Ella aún lo compara con el Pakistán. Seguro que esto pasa en la comunidad pakistaní en Barcelona.

--Supongo que también es distinto llegar a un barrio como este, donde hay una fuerte comunidad.

--¿Cuál es el problema? Mis sobrinos fueron a una escuela con un 99% de alumnado pakistaní. No pasa nada. Las dudas se plantean por ejemplo por aquellos chicos que se inmolaron en el metro de Londres, que venían de un entorno muy cerrado. Sinceramente creo que en modo alguno eso, de forma aislada, es un problema. ¿Cuál es la alternativa? ¿Sacar a pakistanís de un barrio donde hay muchos y traer gente blanca para que haya mezcla? Para mí, que lleguen inmigrantes a una ciudad, que lleguen nuevas formas de pensar, nuevas mentalidades, es fantástico.

--Aquí llevamos solo 20 años de experiencia.

--En el Reino Unido os llevamos varias décadas de ventaja a la hora de identificar problemas. Pero también con los motivos de esperanza. Lo que sucede en Barcelona ahora sucedió en Inglaterra en los años 60. Entonces hubo políticos que hicieron discursos diciendo que correrían ríos de sangre. No me extrañaría que un político de extrema derecha lo hiciera aquí. Pero todo esto cambiará.

--La experiencia de la inmigración fue central en sus primeras novelas, pero no en El jardín del hombre ciego . ¿Cuando intenta ponerse en la mente de los personajes, por ejemplo de un talibán, hasta qué punto puede comprender su mentalidad?

--He hablado con militantes, he ido a madrasas en Pakistán, he hablado con gente en campos de entrenamiento. Les pregunto por qué lo hacen: Abu Ghraib, los ataques con drones, Guantánamo. Eso me responden. Yo muestro toda su confusión. Y también sus actos.

--Los ataques con drones parecen casi una metáfora de esa violencia que viene de arriba y ante la que se reacciona con rabia.

--El mundo ha oído hablar de los drones hace uno o dos años. En Pakistán estamos protestando activamente desde el 2005. Solo una de cada 50 víctimas de estos ataques supuestamente quirúrgicos es un militante. Estos chavales me dicen: '¿Crees que esto se toleraría en EEUU, Reino Unido o España?'