El futuro de las bibliotecas españolas y por ende el de las extremeñas, se encuentra en las nuevas tecnologías, según se desprende de las manifestaciones de la directora de la Biblioteca Nacional, Rosa Regás, ayer en Mérida, donde participó en las Jornadas de Cooperación Bibliotecaria 2007: Ministerio de Cultura y Comunidades Autónomas.

Regas declaró que las jornadas persiguen la cooperación y colaboración de todas las bibliotecas, atendiendo especialmente a los nuevos retos que afronta el sistema bibliotecario español, donde la aplicación de las nuevas tecnologías "nos exigen cada vez más esfuerzos", en asuntos como catalogación o investigación.

Se refirió a la dificultad de establecer un diagnóstico sobre la implantación de las nuevas tecnologías en las bibliotecas españolas, porque se trata de algo que se encuentra "siempre en movimiento".

Según indicó, los trabajos se concentran en digitalizar "al máximo" los fondos, en establecer links para facilitar al usuario llegar a los lugares que busca y hacer páginas web que agilicen su utilización a los navegantes.

En esta jornada participó el director general del Libro, Archivos y Bibliotecas del Ministerio de Cultura, Rogelio Blanco, que resaltó el "esfuerzo excepcional" realizado por Extremadura en los últimos años para corregir el "déficit histórico" del que partía con respecto a los índices de lectura de sus ciudadanos, y calificó en este sentido como "loable" los presupuestos destinados por las administraciones públicas para la adquisición de fondos en la comunidad autónoma.

Rogelio Blanco, aunque situó a Extremadura entre la gran mayoría de regiones que no supera la ratio de libros por habitante recomendada por la Unesco (1,5 - 2 libros por habitante), remarcó el lugar del que proviene la comunidad extremeña.

Extremadura, dijo, se encuentra entre las comunidades "pioneras en ingeniar métodos y programas para atraer a la población a la lectura".

Por su parte, el director general de Promoción Cultural, José María de Pedro Corrales, resaltó el "cambio importante" que se ha producido en Extremadura en torno a las bibliotecas, que ahora tienen el objetivo de ganar en el número de lectores.

Según el Observatorio del Libro extremeño, por primera vez se supera en Extremadura el 50% de la población lectora.