La obra dirigida por Robert Wilson y protagonizada por Emma Suárez, Proserpina. Perséfone en Mérida , que hasta ahora ha sido la más polémica de la 50 edición del Festival de Teatro Clásico de Mérida, ha sido vista por cerca de 7.000 personas y logró lleno absoluto el sábado, según los datos aportados ayer por la organización del Festival.

El estreno fue el más concurrido, con 1.400 personas en esta edición, pero también el más polémico, puesto que incluso parte del público abucheó la obra para mostrar su disconformidad con que parte del texto fuera en inglés o con la complicada puesta en escena diseñada por Wilson.

Las tres representaciones posteriores tuvieron una afluencia de público que se repartió entre los distintos días de manera desigual. Lleno el sábado (el teatro romano tiene un aforo de 3.000 personas), tuvo una entrada media de 1.300 espectadores en sus otras tres funciones.

Desde el próximo 29 de julio hasta el 1 de agosto se celebrarán las cuatro últimas representaciones de este montaje futurista en el que se mezclan la luz y palabra, que mantiene una personalidad muy diferenciada de los que lo han precedido.