Durante los últimos diez años de su vida, de 1650 a 1660, Velázquez escribió una de las páginas más brillantes de la historia de la pintura universal y a los retratos cortesanos que hizo durante esa época dedica el Museo del Prado una exquisita exposición.

El recorrido, en el que Las Meninas son las grandes protagonistas aunque no se encuentren en las salas de la exposición, propone un paseo por la historia de España y de Europa así como por la del retrato cortesano español.

"Las Meninas dan sentido a esta exposición", según Javier Portús, jefe de conservación de pintura española del Museo del Prado y comisario de la muestra, patrocinada por AXA. En su opinión esta obra no solo es punto de referencia para la historia de la pintura "sino también del retrato. Es la mejor radiografía de la corte española y de los juegos de poder".

Para la exposición, dividida en cinco secciones, se han seleccionado 29 obras, quince de ellas realizadas por Velázquez y las catorce restante por su taller o por sus sucesores Juan Bautista Martínez del Mazo y Juan Carreño de Miranda.

Se trata de "un álbum de familia que refleja las peripecias de una grupo familiar de cuyos avatares estaba pendiente media Europa", y muestra un momento de la vida familiar de Felipe IV muy singular, tras la muerte de su mujer y de la de su hijo Baltasar Carlos, el heredero.

El recorrido planteado por Portús, "tipológico, histórico y artístico", comienza con una selección de obras realizadas por Velázquez durante su segunda estancia en Italia.