Considerada uno de los iconos intelectuales de Estados Unidos, Susan Sontag escribió a lo largo de su vida unos diarios que reflejaban su inteligencia audaz y su sed de cultura. Ahora, David Rieff, su único hijo, publica la primera parte de estos textos, bajo el título de Renacida .

"Mi decisión sin duda viola su intimidad", afirma con franqueza Rieff, al explicar en el prólogo de este libro, que verá la luz el 1 de abril (Mondadori), las razones que lo llevaron a difundirlos. Su madre murió de cáncer en 2004, a los 71 años, pero que, hasta pocas semanas antes de su fallecimiento, estaba "convencida de que sobreviviría".

Ese afán por vivir hizo que Sontag, Premio Jerusalén, el Príncipe de Asturias de las Letras y el Premio de la Paz de los libreros alemanes, muriera "sin dejar instrucciones" sobre sus archivos o escritos.

No ha debido de ser fácil para Rieff lanzarse a publicar en tres volúmenes una selección de los más de cien cuadernos que la gran escritora, una de las voces más críticas de EEUU, fue redactando desde los catorce años hasta la última etapa de su vida. Y los redactó "solo para ella". "Nunca permitió que se publicara una frase siquiera".

"Mi madre no fue en ningún sentido una persona proclive a la confidencia. En particular, evitaba hasta donde le era posible, sin negarla, toda referencia a su homosexualidad o todo reconocimiento de su ambición. Así que mi decisión sin duda viola su intimidad", afirma Rieff en el prólogo de Renacida. Diarios tempranos, 1947-1964 .

Pertenecen a los archivos que vendió a la biblioteca de la Universidad de California. El contrato establecía que ese sería su destino su publicación cuando muriera.