Por su alfombra roja pasearán a partir de mañana nombres como Javier Bardem, Penélope Cruz, Juliette Binoche, Gael García Bernal, Laetitia Casta, Ricardo Darín, Kristen Stewart y Donald Sutherland. Por su competición, más películas dirigidas por mujeres que en la de cualquiera de los grandes certámenes cinematográficos internacionales. Por sus secciones paralelas, sorprendentes óperas primas y autores fronterizos, y algunos greatest hits del circuito festivalero. La 67ª edición del Festival Internacional de San Sebastián, dicho de otro modo, ofrecerá un menú tan extenso a lo largo de nueve días que, inevitablemente, el repaso que proponemos aquí ni se acerca a cubrirlo en su totalidad. Tómese como un breve sumario.

COMPETICIÓN

Cine hecho por mujeres

Entre todas las competiciones cinematográficas internacionales, en efecto, la de San Sebastián sin duda es una de los más firmemente comprometidas con la búsqueda de la paridad de género en su selección de películas. Seis de los 17 títulos que se presentan a concurso en esta 67ª edición han sido dirigidos por mujeres, lo que en términos porcentuales equivale a un 35%; considerando que, por ejemplo, en el concurso de la pasada Mostra de Venecia las mujeres cineastas solo alcanzaron un 9,5%, el porcentaje no es nada desdeñable. La cifra, además, aumenta si consideramos que, entre el resto de películas, dos son historias rotundamente femeninas.

Entre las mujeres directoras en el concurso figuran dos valores en alza en el contexto del cine europeo: por un lado, la francesa Alice Winocour trae al certamen Proxima, sobre una astronauta que ve cómo la relación con su hija se requebraja mientras se prepara para viajar al espacio. Por otro, la polaca Malgorzata Szumowska presenta la intriga The other lamb, en la que se adentra en una secta que funciona como metáfora del heteropatriarcado que nos domina.

EL CONCURSO

Platos fuertes locales y visitantes

Tras haber triunfado aquí con sus dos largos previos -Loreak (2014) y Handia (2017)-, el trío compuesto por los vascos Aitor Arregi, Jon Garaño y José Mari Goenaga regresa al certamen con el drama La trinchera infinita, historia de un hombre (Antonio de la Torre) que permanece encerrado en su casa durante tres décadas. Y Alejandro Amenábar compite por la Concha de Oro con la película que ya lleva semanas promocionando puesto que la próxima semana llega a la cartelera: Mientras dure la guerra, que rememora los vaivenes ideológicos del escritor Miguel de Unamuno tras el estallido de la guerra civil. Ambos títulos sin duda figuran en la lista de platos fuertes del concurso.

Entre sus rivales a priori más vistosos en busca de un sitio en el palmarés están la sátira hollywoodiense Zeroville, que supone el regreso del actor y director James Franco al certamen tras llevarse la Concha de Oro gracias a The disaster artist (2017), y Blackbird, un drama sobre la eutanasia plagado de estrellas en su reparto -Susan Sarandon, Kate Winslet, Mia Wasikowska- que se encargará de inaugurar la muestra mañana por la noche y que llega con un hándicap difícil de superar: la cinta danesa en la que se basa, Corazón silencioso, se alzó con el galardón a la mejor película en este mismo festival en el 2014.

SECCIÓN ZABALTEGI

Otras formas de narrar

Habitualmente centrada en aquellas propuestas narrativas más arriesgadas y alejadas de la convención, la sección Zabaltegi merece especial mención este año por una colección de títulos que abordan el cine de género desde perspectivas rotundamente iconoclastas. La primera película de la francesa Mati Diop, Atlantique, es una sugerente mezcla de drama romántico, intriga policial, denuncia de la explotación que sufren los que menos tienen y cine de posesiones sobrenaturales. Por su parte, el chino Diao Yinan trae El lago del ganso salvaje, intriga criminal hipnótica y brutalmente bella, mientras que el incombustible Takashi Miike ofrece en First love una trama poblada por boxeadores en declive, prostitutas drogadictas, policías corruptos y yakuzas. Y la selección incluye también a todo un peso pesado, el francés Bertrand Bonello: su nueva película, Zombie child, mezcla muertos vivientes y angustia típicamente adolescente para meditar sobre la historia colonial de Francia en Haití.

CINE LATINOAMERICANO

Versión original sin subtítulos

A lo largo de los años, gracias a la pujanza de su sección Horizontes Latinos, el Festival de San Sebastián se ha afianzado como un esplendoroso escaparate del mejor cine de la temporada producido en la América que queda al sur de Donald Trump. Compuesta este año de 15 títulos, la muestra se inaugurará mañana con la proyección del documental La cordillera de los sueños, en el que el chileno Patricio Guzmán vuelve a explorar el traumático pasado de su país. Entre el resto de la selección destacan otro trabajo de no-ficción -La ola verde (Que sea ley), de Juan Solanas, sobre las luchas por la legalización del aborto en Argentina- y un puñado de nombres que, pese a su juventud, figuran entre lo más ilustre de la cinematografía hispanoamericana: en su segunda película tras la cámara, Chicuarotes, el actor Gael García Bernal acompaña a dos adolescentes que en su lucha por salir de la pobreza se ven inmersos en el submundo criminal de Ciudad de México; Federico Veiroj presenta Así habló el cambista, que sitúa una trama de corrupción económica en el convulso Uruguay de los 70; y tras obtener gracias a él el premio del jurado del festival Sundance, el colombiano Alejandro Landes trae a San Sebastián el drama Monos, retrato de ocho niños guerrilleros enfrentados a una situación extrema. Por lo que respecta al guatemalteco Jayro Bustamante, no trae a Zinemaldia una película sino dos: Temblores, historia de un hombre religioso que ve su vida convertirse en un infierno tras enamorarse de otro hombre, y La llorona, que mezcla conflictos armados, injusticias penales y vengativos espíritus del más allá.

TÍTULOS YA ACLAMADOS

Recopilatorio de grandes éxitos

También como de costumbre, por último, visitar el certamen vasco nos dará la oportunidad de recuperar algunas de las películas que más aplausos han cosechado a su paso por los otros grandes acontecimientos cinematográficos de la temporada.

En la sección Perlas veremos, por ejemplo, varios de los títulos que ganaron premio en el pasado festival de Cannes: entre ellas Retrato de una mujer en llamas, de la francesa Céline Sciamma; Los miserables, de Ladj Ly; Lo que arde, del gallego Oliver Laxe, y Parásitos, el thriller cómico con el que el coreano Bong Joon-ho ganó la Palma de Oro.

Y también harán parada en esta nueva edición del festival de San Sebastián tanto algunos de los títulos más aclamados que vieron primero la luz en la pasada Berlinale -Hasta siempre, hijo mío, de Wang Xiaoshuai; La luz de mi vida, de Casey Affleck- como algunos de ls que hicieron lo propio en la reciente Mostra de Venecia. Entre estos últimos merecen especial mención Ema, de Pablo Larraín -que incomprensiblemente se fue del certamen italiano de vacío-, y el thriller político Red Avispa, cuya proyección oficial será precedida de la entrega del Premio Honorífico a su coprotagonista, Penélope Cruz. También el actor estadounidense Donald Sutherland y el cineasta griego Costa-Gavras recibirán sendos galardones honoríficos.