El novelista Rafael Sánchez Ferlosio tuvo una vinculación con Extremadura desde niño. Acudió al colegio jesuita de San José de Villafranca de los Barros, aunque se marchó a la capital para estudiar Filología en la Complutense. Pero no solo se ubicó en la provincia pacense, sino que su familia tenía una casa en Coria, en la que pasaban largos periodos de tiempo. La misma que el escritor reformó con el dinero que recibió del Premio Nacional de las Letras Españolas, en el año 2009.

Además de haber recibido ese galardón, también se había hecho antes con otro reconocimiento, con sello extremeño, el Premio Extremadura a la Creación de 2003. Acto que tuvo lugar en el museo Casa Pedrilla de Cáceres y en el que, el entonces presidente de la Junta de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, declaró: “es vergonzoso que este escritor siga estando en la sombra, sin haber sido reconocido con el Premio Cervantes o con el Príncipe de Asturias”. Invitando así a las instituciones y colectivos culturales a que se hicieran realidad la entrega de estos galardones a Ferlosio. Un año más tarde, el escritor se hizo con el Premio Cervantes.

Su conexión con la región extremeña no cesó, y en 2014, Coria abre una Biblioteca Pública bajo el nombre Rafael Sánchez Ferlosio. A la que hace dos años donó dos conjuntos de libros antiguos de su colección personal: la enciclopedia ‘Historia Universal’, cuyo autor es C. Dreyss, y los libros de ‘Viage de España ó Cartas, en que se da noticia de las cosas más apreciables, y dignas de saberse que hay en ella’ de Antonio Ponz.

Su noventa cumpleaños

Para felicitar los 90 años de Ferlosio, el periodista Máximo Pradera publicó un artículo de opinión en el que recordaba su estrecha relación con el novelista. En el texto relataba que antes de dormir recitaba unos versos de Alfonsó Albalá: "Esta es mi tierra, tierra Madre, Extremadura,/ árida tierra, seca, reseca, tierra dura". Pero, justo después, indicaba: “¿Tierra reseca? ¡Pero si no hay tierra más verde que Extremadura!”.