Una selección de doscientas catorce estampas, de las más de 3.500 que componen la colección que el extremeño Antonio Rodríguez Moñino y María Brey legaron a la Real Academia Española, se exhiben en la muestra inaugurada ayer en la sala de exposiciones de la Fundación Cultural Mapfre.

Artistas como Durero, Anton van Dyck, Rembrandt, Ribera, Giovanni Battista Tiepolo, Goya, Fortuny o Renoir son un ejemplo de la importancia y variedad de esta colección que ha sido catalogada durante cinco años por Gloria Solache gracias al acuerdo de colaboración firmado entre la Academia y Mapfre.

Rodríguez Moñino (1910-1970) legó a la Real Academia Española su biblioteca de 16.000 volúmenes y una importante colección de grabados, dibujos y láminas de cobre, de más de 5.000 ejemplares. Bibliófilo e historiador de la literatura, fue también un gran estudioso del arte y amante del coleccionismo, especialmente del grabado, como lo muestra el que a lo largo de su vida reuniera 3.737 estampas de temas y épocas muy variadas.

Entre estas destacan un centenar de Durero y una primera edición de Los caprichos de Goya, artista del que también legó distintas pruebas de estado de Los Disparates y una prueba de estampación de La Tauromaquia .

El primer recuerdo de Víctor García de la Concha, director de la Real Academia, durante la presentación de la muestra fue para Rodríguez-Moñino y su esposa María Brey "por la generosidad de su legado".

Consideró que aunque fue un gran coleccionista "sobre todo fue un gran salvador" que rescató del olvido un importante patrimonio que compraba en librerías de viejo, en el Rastro o en otros lugares "en una época en que muchos despreciaban el grabado". Pablo Jiménez, director de la Fundación Cultural Mapfre, calificó de fantástica la colección de Rodríguez-Moñino y añadio que en la exposición "se muestran auténticas joyas del grabado y de la historia del arte".