Eduardo Teddy Bautista, que estuvo en la SGAE durante 34 años y presidió su Consejo de Dirección entre 1995 y 2011, cuando la Guardia Civil le detuvo en el marco de la operación Saga, regresó ayer a la entidad para participar en la primera junta directiva celebrada tras la asamblea general celebrada en junio.

Bautista, según confirmaron a Efe fuentes de la junta directiva, se incorporó al máximo órgano rector de la Sociedad General de Autories y Editores tras aceptar sustituir al músico Fernando Illán (del colegio de Pequeño Derecho), quien presentósu dimisión el pasado mes de junio.

Así, el músico canario vuelve a esta casa de la que salió hace ocho años tras ser detenido en el marco de la operación Saga acusado de apropiación indebida o, alternativamente, de administración desleal, delito por el que el fiscal pidió una condena de siete años, aunque aún no hay fecha fijada para el juicio.

Nadie en su sano juicio cree que Teddy Bautista haya aceptado regresar a la SGAE solo para ocupar un sillón más en la junta directiva. Y la que menos lo cree es Pilar Jurado. Si el canario vuelve a la SGAE es para ser presidente. Y cuanto antes. Varias fuentes consultadas por este diario confirman que desde hace días se están realizando maniobras en el colegio de Pequeño Derecho para acelerar su regreso. En caso de que este lunes no se aprueben los estatutos, la posición de Pilar Jurado sería muy frágil. Una solución sería convocar elecciones, algo que ya pide la coalición ADA (Autores Dramáticos y Audiovisuales) que domina los colegios de Gran Derecho y Audiovisual. Otra más rápica, moción de censura a Jurado y nuevo presidente: el recién llegado Teddy, que ya se habría asegurado antes de contar con la mayoría de los votos.

No deja de de resultar significativo que, ante uno de los pocos días del año en que los autores tienen posibilidad de opinar sobre el rumbo que está tomando la entidad, el futuro de la SGAE se esté negociando a puertacerrada y de espaldas a los socios. Pero así es la SGAE.