Mientras papá intentaba contener las lágrimas que le provocó anunciar que renuncia a la capitanía de la selección inglesa, el pequeño Cruz Beckham abandonaba Alemania en los brazos de su madre (foto), que, además de apoyar al equipo británico, ha aprovechado la estancia para hacer compras. Las cámaras pudieron captar con detalle el rostro del bebé de un matrimonio obsesionado por el temor a los secuestros.