La por no es una película de terror. Pero da terror. Nos propone un viaje al infierno, el de una mujer maltratada y sus dos hijos. Y lo hace sin mostrar ni una sola bofetada. La por tampoco es una crónica social sobre la violencia familiar, como en su día fueron El Bola (Achero Mañas, 2000) o Te doy mis ojos (Iciar Bollain 2003). Es, más bien, una reflexión sobre la maldad y la anulación de la identidad de la víctima. La por --tan minimalista como sobrecogedora-- tiene posibilidades de entrar en el palmarés de la Semana Internacional de Cine de Valladolid (Seminci), donde ayer fue presentada por su director, Jordi Cadena, y sus protagonistas: Roser Camí e Igor Szpakowski (Pulseras rojas ). Ramon Madaula, que da vida al gélido maltratador, causó baja al estar rodando la serie Isabel .

Como ya hizo en Elisa K (2010), Cadena vuelve a adaptar para el cine una novela de Lolita Bosch, autora cuya narrativa conmueve de forma "poética y sugerente", según el cineasta. De la misma manera, La por es una película sutil. O, al menos, lo es en la mayoría de su (sorprendentemente corto) metraje: 76 minutos. Solo al final la sutileza se evapora y el espectador es testigo de un hecho tremendo.

El personaje de Madaula no da miedo ni por lo que dice ni por lo que hace sino por sus miradas y sus silencios. No hay muchos diálogos, pero, como espectador, el terror lo sientes igual al entrar en la casa de una familia barcelonesa de clase media-alta y ver los ojos de la madre y los hijos. "El padre --explicó Cadena-- no es un enfermo mental sino un psicópata que actúa movido, entre otras cosas, por el odio.

Una película como La por no puede funcionar si los personajes no resultan creíbles. No es el caso. Aquí, te crees la angustia en la que vive Manel, interpretado por Igor Szpakowski, que para construir su personaje habló con amigos que han vivido situaciones similares. También te crees el acojone de la madre, a la que da vida Roser Camí que no necesitó llamar a la puerta de ninguna asociación de maltratadas para saber cómo vive una de ellas. Y, por supuesto, también te crees el odio que tiene dentro el padre. A pesar de la buena acogida en la Seminci, Cadena no se cortó y pronosticó un seguro batacazo en la taquilla cuando llegue a los cines (el 22 de noviembre). "Ha pasado con Caníbal . Y también con La herida . Nos vamos a pegar todos un batacazo. Seguro", destacó.