El barcelonismo en particular, y el fútbol, en general, empezó a despedirse ayer de Johan Cruyf, cuya figura congregó a más de 15.000 seguidores en el Camp Nou en el espacio de condolencias habilitado por el club y que se mantendrá abierto hasta el próximo martes.

Culés de toda edad y condición, de aquí y de allá, conocidos y anónimos, todos quisieron rendir el último tributo a Cruyff, fallecido el pasado jueves en Barcelona a causa de un cáncer pulmonar que acabó con su vida a los 68 años.

Puntualmente abrió las puertas el Camp Nou a las diez de la mañana y el goteo de asistentes fue continuo. En el vestíbulo de la tribuna superior, una imagen de Cruyff con un balón de cuero antiguo y una eterna sonrisa recibía a los seguidores.

Acudieron notables del mundo del deporte y de la sociedad civil catalana. También de clubs de Primera como el Real Madrid, representado en la figura de su presidente Florentino Pérez. El del Barcelona, Josep Maria Bartomeu, inauguró lleno de emotividad el espacio de condolencias.