La ‘Odisea en el Espacio’ que el cine auguraba para 2001 fue sin embargo un año de transición en nuestro deporte en lo que a modalidades de equipo se refiere. Es cierto que CD Badajoz y Extremadura CF continuaban en la 2000-2001 con su trayectoria por la Segunda División del fútbol nacional, aunque los almendralejenses perderían la categoría de plata la siguiente temporada.

No fue un mal año para el basket regional, con el estreno del Plasencia Galco en LEB-2 y un buen balance para el Cáceres CB, ya que acabó la fase regular de la Liga ACB en el 10º puesto, habiendo jugado a mitad de temporada en Málaga una buena Copa del Rey (aquella del MVP de Pau Gasol con el Barça), en la que en cuartos de final eliminaba al TAU Vitoria y caía en semifinales ante el Real Madrid. Sería una de las últimas alegrías de los cacereños en la élite, en la que en 2001 también alcanzaron los octavos de final en competición europea en un nuevo paso por la Copa Korac.

Sin embargo, las mejores noticias del año que nos ocupa vendrían de la mano de deportistas individuales y de modalidades que comenzaban su despegue en Extremadura, como por ejemplo el triatlón, que nos dejaba la victoria del equipo extremeño en el Campeonato de España de Relevos Mixtos Indoor.

Éxitos como los de la atleta Manuela Domínguez Vinagre, el ciclista Ángel Rodríguez, el judoca Pablo Sánchez García-Moncó, los tenistas Javier Viguera y Carlos López o la deportista de tiro con arco Leonor Real, en cuya misma especialidad brilló especialmente la ya por entonces destacadísima Fátima Agudo, que en 2001 conseguía la primera de las tres medallas de plata en Campeonatos del Mundo que adornan su palmarés.

La arquera extremeña recuerda aquel momento como «muy emotivo, al ser mi primera medalla en un campeonato mundial. Fue una gran sensación la de subir al podio tras una competición en la que tanto en semifinales como en la final todo se decidió con un desempate que dependía de un único lanzamiento».

Fátima reconoce que ‘fue un campeonato bonito, en el que disfruté mucho en equipo y de mis compañeras, de la sede, que fue Florencia y en general de todo. Había mucho entrenamiento intenso detrás, mucho apoyo y ayuda familiar que en ese mundial dio sus frutos’.

Fue del mismo modo un gran año para la natación y sobre todo para la natación adaptada en nuestra comunidad autónoma, puesto que los Campeonatos de Europa 2001 celebrados en la ciudad sueca de Estocolmo, trajeron para los nuestros una lluvia de medallas y buenos resultados entre los que se encuentran los metales conseguidos por Enrique Floriano, Pablo Alejandro Galindo, Luis Alberto Núñez y Samuel Soler, entre otros.

Un Samuel Soler, medallista el año antes en los Juegos Paralímpicos de Sydney, que en Suecia lograba un oro en 50 metros espalda y 3 medallas de plata y que recuerda esos campeonatos como «algo excepcional, en los que disfruté mucho y en los que viví experiencias personales muy buenas con grandes resultados deportivos». Soler añade que el deporte adaptado ha evolucionado y recuerda cuando, en sus inicios, «entrenaba entre 5 y 6 horas diarias en la piscina de Plasencia, muchas semanas de lunes a domingo, pero que valieron la pena con esas medallas y con el paso de los años acabas echando de menos a los compañeros y el ambiente que teníamos en las competiciones».

Además, el atleta paralímpico Juan Ramón Carrapiso lograba dos medallas de bronce en los Juegos del Mundo 2001 celebrados en Nottingham, en los 100 y 200 metros lisos, añadiendo logros al palmarés deportivo regional en un año en el que el jugador de fútbol sala extremeño Javi Sánchez, celebraba la primera de sus tres Copas de Europa consecutivas como integrante destacado de la plantilla del Playas de Castellón, que junto a la Liga y Supercopa de España configuraron un histórico triplete para los castellonenses. El jugador cacereño se alzaba, del mismo modo, con el título europeo a nivel de selecciones con el combinado nacional, siendo nombrado MVP de la final del torneo celebrado en Moscú.

LAURA CAMPOS /No sería justo cerrar la página de 2001 sin hablar de la entrada de, a la postre olímpica, Laura Campos en el combinado nacional de gimnasia artística, trasladándose desde ese momento al Centro de Alto Rendimiento de Madrid; como tampoco lo sería el no recordar que María Antonia Duque y Pablo Villalobos recibieron el Premio Extremeño del Deporte como Mejores Deportistas en categoría absoluta merced a sus buenos resultados en aquella anualidad.

Unos premios que reconocieron igualmente a la gimnasta Raquel Blázquez y al piragüista Julio Moreno en el apartado de promesas, a la AD Corderex-La Antigua de fútbol femenino como Mejor Entidad Deportiva, al Colegio Meléndez Valdés de Ribera del Fresno en la categoría de Centros Escolares y al Ayuntamiento de Olivenza como Mejor Entidad Local. El Premio Extremeño del Deporte al Mérito Deportivo lo compartieron, por su labor y trayectoria, Juan Antonio Méndez Espejo en el mundo del atletismo y Eusebio Bejarano Vilaro en el ámbito futbolístico. No fue una ‘odisea espacial’. Pero fue sin duda un buen año para el deporte de Extremadura y sus deportistas.