ZENIT - 1: Lodygin; Smolnikov, Hubocan, Lombaerts, Criscito; Witsel, Fayzulin (Bystrov m. 64), Shirokov (Arshavin m. 64); Shatov, Kerzhakov y Hulk.

ATLETICO DE MADRID - 1: Courtois, Juanfran, Alderweireld, Miranda, Insúa, Guilavogui, Gabi, Cebolla Rodríguez (Oliver Torres m. 80), Koke, Raúl García y Adrián

GOLES: 0-1: m.53, Adrián. 1-1: m. 74, Alderweireld, en propia meta.

ARBITRO: Martín Atkinson (ING). Enseñó tarjeta amarilla a Juanfran (m.29), Raúl García (m.83).

INCIDENCIAS: Partido de la quinta jornada de la Liga de campeones, correspondiente al grupo G.

Un bonito tanto de Adrián López le dio al Atlético un empate ante el Zenit (1-1), un resultado válido para los rojiblancos, que nada se jugaban en el combate, librado en condiciones adversas, bajo el imponente frío ruso. Porque con una temperatura de seis grados bajo cero afrontaron ambos equipos el partido de San Petersburgo, adonde acudieron los colchoneros sabedores de que nada estaba en juego, salvo el millón de euros que la UEFA paga a cada club por victoria.

Afrontaron los rusos el partido en plena crisis de resultados en su liga y con las bajas del ruso Anyukov, el argentino Ansaldi y el portugués Danny.

Con estos precedentes, el Atlético saltó remolón al terreno de juego y fue cediendo poco a poco espacios a los locales, que, lógicamente, se adaptaron mejor a la baja temperatura y a la dureza del suelo. Por eso, el brasileño Hulk puso en aprietos a Courtois en el minuto 14 con un disparo lejano e Igor Smolnikov entraba por la banda derecha del ataque con mucho peligro.

Consiguieron el objetivo, no sin sufrimiento, y en el segundo acto tiraron de efectividad e intensidad, cualidades que acrecientan partido a partido. Así se llegó al minuto 53, momento en el que Raúl García, uno de los mejores de Simeone, le sirvió un pase perfecto a Adrián, que avanzó metros y se plantó solo delante del cancerbero Lodygin para batirle con brillantez.

Pudo Raúl García hacer el segundo poco después con un balón que tocó el larguero del portero ruso, pero no tuvo suerte. Ni tampoco el belga Tobby Alderweireld, que firmó en propia meta el tanto de la igualada.