La hinchada del Cáceres todavía está dolida porque el club decidió no inscribirse en la LEB Oro hace tres semanas. Y lo seguirá estando, pero toca mirar al futuro. Sin ir más lejos, a la próxima temporada. Tras el shock de verse fuera de la segunda categoría, el debate se centra si pasar un tiempo que se pretende de transición en la LEB Plata --la tercera-- o hacerlo incluso un peldaño más abajo, en la EBA. Un sondeo realizado entre un grupo de abonados del equipo da una respuesta bastante clara en favor de la primera opción.

Aun reconociendo que se trata de una competición que se ha devaluado bastante desde que el Cáceres --entonces con el apellido de 2016-- militó en ella, en la temporada 2007-08, los aficionados consideran que sería un mal menor dentro de una situación en la que una prioridad es mantener viva la llama de la ilusión y evitar una desbandada general a nivel social.

El grupo D de EBA, por mucho que acortaría muchos los gastos y recuperaría la rivalidad regional con los clubs de Plasencia y Badajoz, es visto como un pozo que dejaría el proyecto más tambaleante incluso que ahora. Una lectura incluso más optimista es pensar incluso que un hipotético éxito deportivo en Plata serviría de revulsivo global. Pero hasta entonces primero hay que terminar de decidirse y cumplir los requisitos. Quedan seis días de plazo para hacerlo.