En Plasencia hay quien se queja de que cada vez va menos gente al baloncesto, pese a que el equipo está haciendo una buena campaña teniendo en cuenta la modestia de su proyecto de este año. En Cáceres, este fin de semana se ha debatido muy intensamente sobre si los aficionados ayudan al equipo pitándole en pleno partido. En ambos casos se trata de aficiones que ya han demostrado su fidelidad a unos colores. Ahora se les pone en cuestión. En Plasencia ocurre que el pasado año hicieron mucho daño las penurias por las que pasó el club en el plano económico. En éste, un pequeño ´milagro´ ha permitido la supervivencia del proyecto, lo cual es ya todo un logro. Han hecho, además, un equipo muy interesante, vistas las circunstancias. En Cáceres, se habían creado unas expectativas importantes y duele que, tras una exhibición en Lugo, el equipo sea irregular. Para mí que el problema está en que por aquí se ha degustado mucho ´caviar´ en la ACB y que ahora, a la mínima, todos nos creamos ´doctores honoris causa´ en basket.