En el talento emergente de Mireia Belmonte, de 17 años, la plena madurez de Erika Villaécija, de 24, y la experiencia de la reaparecida Nina Zivanevskaia, de 31, cimenta el equipo español sus opciones en la competición de natación que se inicia hoy en el futurista Cubo de Agua de Pekín.

"El éxito para la natación española es poder nadar el mayor número de finales posibles. España tiene un equipo femenino de un nivel muy bueno. El masculino, excepto tres nadadores, son todos jóvenes. Yo estaría contento si estos jóvenes, como Sergio García y Melquiades Alvarez, pudieran nadar también una semifinal. A las chicas, como Zivanevskaia, Villaécija y Belmonte, que tienen otro nivel, les vamos a exigir cosas diferentes", valoró el director técnico de la Federación Española de Natación, el italiano Maurizio Coconi.

Mireia Belmonte, que será la primera en entrar en acción, recuerda que hace cuatro años, en Atenas, se levantaba a verlos por la televisión. Llega después de ganar la medalla de oro en los 200 estilos del Europeo de Eindhoven en marzo.

A precio de récord

Belmonte afronta ahora, emocionada, su estreno en la prueba de 400 estilos (también nadará 200 estilos y 200 braza), ya que saldrá en la última serie, en la que compiten las mejores. "Estar aquí es un sueño. Nadar con gente de tanta clase a veces puede dar un poco de miedo, pero intentaré que no me influya eso", reconoce Belmonte, que comparte habitación con la rusa nacionalizada Nina Zivanevskaia.

"Mireia está muy bien, muy animada y tranquila, sabe que en las dos pruebas que nada, habrá que marcar un tiempo cercano al récord del mundo para las medallas, e incluso batirlo, pero está mentalizada. En 200 estilos está sexta en el ránking mundial. La veo bien en las dos pruebas, pero el podio va a ser durísimo", asegura su entrenador, Carles Subirana.

También Erika Villaécija, que competirá en los 400 y peleará probablemente por la medalla en los 800 libres, se muestra muy segura de sus fuerzas y admite que llega a Pekín-2008 en un buen estado de forma. "Tengo 24 años y la experiencia suficiente para afrontar los Juegos mejor que los pasados. En la final quiero hacer 8.20 o un poco menos, no sé qué puede valer: una medalla, un cuarto o un quinto puesto. Si hago esa marca ya estoy contenta, es bajar menos de medio segundo cada 50 metros", explica.

La nadadora que dirige desde su inicio Joan Fortuny considera que los Europeos de Eindhoven, donde fue plata en los 800, le han servido para ganar en confianza. "A aquel campeonato llegué un poco nerviosa porque no sabía lo que podía pasar y ahora estoy un poco más tranquila. El domingo ya nado los 400 y quiero batir el récord de España", subrayó sobre sus retos Villaécija, a quien esta prueba le servirá para entrar en contacto con la competición.

Zivanevskaia, por su parte, que ha regresado a la competición para disputar sus terceros Juegos (fue medalla de bronce en 100 espalda en Sídney y diploma en Atenas), dice que no mira más allá de esta competición. "He vuelto para nadar en los Juegos, no pienso si voy a seguir o no, solo pienso en nadar lo mejor posible en los Juegos", aclara.