Ya se sabe que antes de empezar una competición todo suelen ser ambigüedades y apelar a lo del "tenemos que ir partido a partido", evitando cifrarse un objetivo real. Sin embargo, ayer hubo un club extremeño que lo rompió: el Al-Qazeres, que mañana arranca su segunda temporada en la Liga Femenina-2 de baloncesto con la meta, absolutamente reconocida, de estar arriba en la clasificación.

Al menos es lo que pregonaron su entrenador, Jacinto Carbajal, y toda aquella jugadora a la que se le preguntó. Fue durante un acto organizado para los medios en el que también se presentó el acuerdo con el Centro de Evolución Deportiva Kaizen, que impulsa la judoca olímpica Conchi Bellorín. "Tenemos que estar entre los tres o cuatro primeros. No es presión. Es exigencia", dijo Jacinto Carbajal, el técnico que recordó que ya la pasada temporada su equipo se quedó "a un cuarto de ascender". "Si tienes que mejorar, solo te queda subir, y tampoco es eso", matizó.

Se le nota satisfecho por las únicas tres incorporaciones --Patri Benet, Minata Keita y Callen Taylor--, que, en su opinión, dan a la plantilla "un cariz más atlético". Y hasta le ve algo positivo al fuerte esguince de la base titular, Carla Nascimento: "Nos ayudará a que otras jugadoras crezcan en la dirección".

Precisamente Benet terció al respecto ("con el paso de los partidos me iré sintiendo más a gusto") y reconoció la confianza que hay en el grupo, "aunque no vayamos de sobradas". Ni siquiera se fía del Universidad de Valladolid, el rival de mañana en el estreno, que será a domicilio. "Siempre es un equipo difícil", añadió.

"Estamos con muchas ganas. A ver si esta vez es la vencida. Nos gustaría que la cosa terminase de forma distinta que en las dos temporadas anteriores en las que yo he estado aquí", terció Vero Sánchez, una de las veteranas, en referencia a que también se quedó a las puertas de la Liga Femenina hace dos años con el extinto Femenino Cáceres.

Se respira muy buen ambiente entre las chicas, que conviven en su mayoría. Hasta Callan Taylor, de Kansas, parece haber caído de pie en ese pequeño ecosistema. "Me gusta mucho este equipo. Podemos hacer grandes cosas juntas, porque lo más importante es llevarnos bien entre nosotras, divertirnos, y eso algo que ocurre aquí", apuntó. También mostró su esperanza de pasar bastante menos frío que en Finlandia, donde jugó la pasada campaña.