Alberto Contador, campeón del Tour de Francia, visitará hoy la localidad de Barcarrota. La gente saldrá, una vez más, de sus casas para recibirle como se merece y para estar presente en los actos de homenaje que el ayuntamiento ha organizado con el fin de destacar su labor deportiva y felicitarle por su triunfo.

--¿Por qué es el momento de pasar por Barcarrota?

--Me ha sido imposible ir antes porque ahora tengo muchos compromisos. Hemos estado buscando fechas y creo que este es el mejor fin de semana para hacer una visita al pueblo y recompensarles un poco por lo que han hecho por mí. Estoy muy agradecido.

--Barcarrota, el pueblo de donde descienden tus padres es para usted...

--Barcarrota es mi segundo pueblo, es como mi segunda casa. Allí tengo a mi familia y a muchos amigos y con ellos he pasado muchos veranos de mi infancia.

--Los barcarroteños le tienen preparada una gran fiesta, ¿qué espera de ellos?

--Espero un apoyo grandísimo. Veo allí a todos dándome la enhorabuena por la victoria y diciéndome que han disfrutando este año viendo el Tour de Francia como hacía tiempo que no disfrutaban. Seguro que me recibirán como lo hicieron en Pinto. Allí la acogida fue impresionante.

--¿En qué porcentaje se considera extremeño?

--No voy a negar que no me sienta más madrileño por el hecho de haber nacido en Madrid. Pero un 30% sí que me siento extremeño.

--¿A qué gente del pueblo le dedica la victoria?

--Sobre todo a mi familia, aunque en especial a mis cuatro abuelos: Celestina y Paco por parte de mi madre y Abelardo y María por la de mi padre.

--Cuéntenos un recuerdo infantil durante su estancia en el pueblo extremeño...

--Cuando gané mi primera carrera en bicicleta. Con una bicicleta de montaña de mi tío Manolo estaba dando una vuelta con un bocadillo en la mano, me acerqué al campo de fútbol y me apunté para participar en una carrera que estaba a punto de empezar. Tiré el bocadillo, me puse de los últimos hasta que empecé a remontar, a remontar y a remontar. Tanto que al final, en la última vuelta que quedaba conseguí ganar.

--Y cambiando de tema, ahora está entrenando para la próxima carrera en Wisconsin (EEUU), ¿no? Háblenos de ella...

--Tampoco es una carrera demasiado importante. Intentaré disfrutar al máximo, que es lo importante, y nada más.

--¿Qué se le pasó por la cabeza cuando estaba a tan pocos segundos de diferencia con respecto a tus rivales Cadel Evans y Levi Leipheimer antes de conseguir la victoria?

--Estaba bastante nervioso. Lo primero que se me pasó es que podía perder el maillot amarillo.

--Contador, ganador del Tour de Francia y sin equipo...

--Cuando se dice "sin equipo" parece que nadie te quiere (risas). El contrato con el espónsor finaliza este año y nos han comunicado tanto auxiliares como corredores que tenemos que buscar equipo. Ahora tengo que tomar una decisión difícil, pero espero tomar la más acertada.

--¿No está cansado de las acusaciones de dopaje?

--La verdad es que ahora no. Hubo una época en la que vi que se le estaba dando más importancia de la cuenta. Entonces fue cuando decidí dar una rueda de prensa con motivo de aclarar el tema. A partir de ahí, la cosa se ha tranquilizado un poco.

--Un mensaje para los que empiecen en este deporte que ahora pasa un mal momento...

--Yo les animo, aunque es un deporte muy sacrificado. Hay muchas cosas que se agradecen y con respecto a otros deportes es diferente: trabajo y satisfacción es lo que requiere. Cuando consigues la victoria la alegría es tremenda.

--Supongo que le ha cambiado la vida después del triunfo en París. ¿Con qué se queda, con el antes o con el después?

--Es indudable que económicamente me he beneficiado y eso es muy importante puesto que no deja de ser un trabajo para mí. Pero sí que es verdad que en algunos momentos echo en falta la libertad que tenía antes, ir a ciertos sitios o estar más tranquilo.