Alberto Contador, tres veces ganador del Tour, tiene como objetivo inmediato ganar su segundo Giro. Pero, para ello, el ciclista de Pinto cree necesario desprenderse momentáneamente de la maglia rosa que tan brillantemente conquistó el pasado domingo en la subida al Etna. El jersey de líder le quema de momento en la espalda porque, entre protocolos y ruedas de prensa al final de las etapas, le resta una hora y media de descanso diario.

"Posiblemente este Giro se gane en el hotel", reiteró ayer Contador, tras mantener un día más la prenda, a su pesar, al final de la etapa ganada en Castelfidardo por el francés John Gadret (Ag2R), por delante del español Dani Moreno (Katusha). "Al final de la etapa entraron muchos equipos con intereses por ganar la etapa y la llegada no llegó como queríamos. No era mi objetivo mantener el liderato", explicó el líder, que lleva más de un minuto de ventaja sobre Nibali y Scarponi.

Sobre la etapa de hoy (Castelfidardo-Rávena, de 184 kilómetros y perfil totalmente llano), Contador lanzó una advertencia sobre cual será la posición del Saxo Bank. "En principio será un día tranquilo, ideal para los esprinters, por lo tanto nosotros no vamos a tirar un solo metro para conservar la maglia rosa ", dijo.