El técnico del Cacereño, Angel Alcázar, reflexionó ayer sobre los últimos resultados del conjunto verde, en los que las jugadas a balón parado le han restado muchos puntos. Reconoció errores, como los despistes defensivos --"que unas veces se pagan y otras no, y nosotros, en las cinco jornadas de liga que llevamos, hemos pagado todos"-- y la falta de definición en el área rival. Pero ante el pesimismo, se mostró firme y recalcó que ya no pueden lamentarse, que lo único que debe hacer el equipo es "pensar en el futuro".

El entrenador verde, cuyo equipo solo ha logrado hasta ahora dos puntos de quince posibles, dijo que está "muy tranquilo" respecto a su futuro. "Sé que los resultados dictan el trabajo de un entrenador, pero estoy convencido del trabajo que estamos haciendo. Tenemos que seguir y, si nos dejan, las cosas van a acabar saliendo bien".

También señaló que está trabajando en controlar la ansiedad del equipo. "Hay que jugar tranquilos todos los partidos, los nervios y la ansiedad nunca vienen bien, solo nos perjudican", dijo el entrenador del Cacereño.

EN LA ENFERMERIA Para el partido de mañana contra el Villanovense (12.00 horas, Príncipe Felipe) Alcázar no podrá contar ni con Borja, que sigue convaleciente de la lesión que sufrió en el mes de febrero, ni con Palero y Chiqui. El primero recibió un fuerte golpe durante el partido contra la Gimnástica, mientras que el segundo se lesionó en el entrenamiento del jueves y "puede que tenga un esguince en su rodilla", dijo Alcázar, "lo que puede tenerle apartado unos diez días", añadió.

El técnico del Cacereño espera que la negativa dinámica del equipo cambie frente al Villanovense, del que reconoce que es un rival complicado, rocoso, "que como nosotros está teniendo mala suerte". El de Herrera del Duque asegura que para imponerse a los serones, "que nos van a esperar a la contra, tendremos que arriesgar".

El remedio para los males del Cacereño, indicó ayer Alcázar, es un victoria que cambie el ánimo de los jugadores. "Creo que estamos jugando bien, al final de los partidos nuestros rivales así lo reconocen. Somos un buen equipo y controlamos el balón, pero nos falta definir. Esto va a cambiar y cuando pase el cambio será para toda la temporada".

Sobre la puntería de los hombre de ataque, Valtierra, Rai y Rubén Jurado, a los que ha rotado durante los cinco partidos disputados buscando la tecla que logre por fin el gol (los dos últimos sí marcaron en el último partido en casa), Alcázar también asegura estar tranquilo, ya que viven de "rachas". "A los delanteros unas veces les entra cualquier cosas y otras fallan con la puerta vacía. Son rachas y ellos van a superar esta", dice el técnico, que puede que mañana vuelva a intentarlo con dos hombres en punta.