Alejandro Díaz de la Peña, fundador hace 12 años del primer equipo profesional extremeño de BTT y buque insignia del Extremadura-Ecopilas MTB, seguirá pedaleando en el conjunto extremeño en el 2021 y será el hermano mayor de los nuevos deportistas que vestirán de verde para la temporada que pronto dará comienzo.

--Alejandro Díaz de la Peña, referente del MTB tanto nacional como extremeño, ¿cómo se siente al escuchar esto?

--Bueno, la verdad es que con tantos años estás acostumbrado. La verdad es que es muy halagador que hablen bien de ti en un deporte o en una disciplina, ya que si se habla de esa forma es que has sido alguien importante. En ese aspecto es de agradecer que te reconozca la gente y, por supuesto, los aficionados.

--¿Cómo fueron sus inicios?

De pequeño, como muchos niños en los pueblos, nos movíamos con la bicicleta para ir al parque o para hacer deporte. En aquel tiempo la bicicleta de mountain bike no existía, solo había BMX o las típicas de paseo. En mi caso lo descubrí al empezar a salir con un grupo de adultos que quedaban los fines de semana con la bicicleta de montaña. Cuando tenía sobre 14 años ya salía con gente que incluso me doblaba la edad y, aunque era muy joven para salir con ellos, me gustaba irme de ruta, ya que me divertía mucho.

--En su regreso a casa, en el 2008, intentó crear un club a su imagen y semejanza desde Almendralejo, donde era deportista y mánager al mismo tiempo. ¿Cómo recuerda aquella época y qué ocurrió para que aquel proyecto no fructificase?

--Mi intención era traerme a Extremadura lo que había visto en otras comunidades. Yo me vi obligado a irme a Madrid para poder practicar este deporte ya que aquí no había ni competiciones ni equipos. Al desplazarme a la capital para estudiar la carrera pude ver cómo funcionaban los clubs y las disciplinas. Como viví entre 8 y 10 años allí, estuve pasando de un equipo a otro y aprendí cómo funciona este mundo a nivel patrocinadores o la formación técnica de los corredores. También ejercía mi actividad profesional y en el 2001 firmé mi primer contrato y no fue hasta el 2008 cuando regresé a Extremadura. Me di cuenta de que aquí había gente con potencial y con ganas de hacer MTB, pero la falta de conocimientos profesionales se lo impedía. Mi labor consistía en desarrollar esa documentación y conseguir patrocinadores. Las marcas comerciales empezaron a apoyarnos y la idea era crear una escuela en la que los jóvenes convivieran con corredores profesionales. Sin embargo, en aquellos años, yo buscaba formar a los jóvenes, mientras que los patrocinadores querían grandes resultados de caras conocidas que generasen remuneración publicitaria. En mi caso sí cumplía esos aspectos, pero el resto del equipo no. Al final me vi obligado a dejar el proyecto y a cumplir lo que las marcas comerciales me pedían.

--¿Recuerda todas sus victorias? ¿Podría hacer un podio con ellas?

--Recuerdo, sobre todo, las importantes y las que tienen alguna anécdota que las hace especiales. En algunas la relevancia de la carrera no es lo más importante, pero sí las circunstancias que tenía en aquel tiempo. Una de las más especiales para mí fue la victoria en el Campeonato de Extremadura 2014 debido a que aquel año tuve un accidente y me rompí la cadera. Hubo dudas de si volvería a poder competir y aquella victoria me hizo pasar en 6 meses de estar en el quirófano a lo alto de un podio. Sin embargo, aquella lesión si marcó un antes y un después, puesto que rebajé un poco mis objetivos profesionales. Otra victoria muy importante fue en el Campeonato de España de Rally en Bilbao por la carga emocional tan grande que tenía. Que una selección tan desconocida y pequeña como la de Extremadura fuese capaz de ganar en una disciplina olímpica como el Cross Country fue realmente increíble. En tercer lugar diría la segunda posición en la Andalucía Bike Race del 2014. Nosotros fuimos pioneros en Extremadura y a nivel internacional en esta carrera y que un equipo tan pequeño haya estado luchando por la victoria en una prueba UCI de las más importantes del mundo fue muy impresionante. Además, sufrimos mucho Pedro Romero y yo en aquella carrera donde llegué a cruzar meta incluso con la cara cosida por las caídas.

--Con tantos años en competición, ha tenido un gran número de rivales. ¿Podría destacar alguno con quien viviese una rivalidad especial?

--En los primeros años, cuando solo disputaba el Cross Country, había tanto nivel que cualquiera podía llevarse la victoria. Sin embargo, recuerdo que en el 2002-2003 mantuve un bonito mano a mano en multitud de pruebas con José Márquez, el Quillo Márquez. Esta competitividad hizo que se formara una gran amistad. Además, me gustaba, ya que cuando ganaba él, yo me alegraba, y viceversa. Luego, cuando empecé a disputar la modalidad de larga distancia de maratón entre 2005 y 2010 había un chico catalán llamado Marc Trayter con el que tenía un mano a mano en todas las carreras. Como nos conocíamos muy bien sobre la bicicleta, pues los pequeños detalles permitían que ganase uno u otro.

--¿Cómo fue el momento en el que le escogieron para formar parte de la selección española?

--Fue el año previo a que yo firmase mi primer contrato profesional y que entrase en la selección nos hizo entender a mí y a mi familia que era alguien relevante en este deporte. Me hizo una ilusión tremenda pertenecer a ese grupo de cuatro o cinco corredores y me dio mucha fuerza para seguir esforzándome en las pruebas.

--En sus años compitiendo serán muchas las historias que vivido, pero si tuviera que elegir una anécdota, ¿cuál sería?

--Me acuerdo de una carrera en la zona norte de Extremadura en la que estaba lloviendo mucho y caían rayos cerca de nosotros. Teníamos que dar dos vueltas a un circuito bastante largo, ya que era maratón, y recuerdo que pasamos Pedro [Romero] y yo el primer giro. Nosotros teníamos pensada una estrategia y como al pasar no nos dijo nadie nada, pues continuamos. Al llegar después de la segunda vuelta nos dimos cuenta de que la carrera había sido cancelada.

--Estuvo en la anterior generación del MTB, ¿podría decir en qué ha cambiado el MTB en estos años?

--La verdad es que ha cambiado muchísimo. Al principio solo existía la modalidad olímpica de Cross Country que duraba hora y media y era dar muchas vueltas a un circuito. Hoy en día hay muchas modalidades, como larga distancia, por etapas o en parejas, entre otras. El Cross Country es ahora más espectacular y corta y ha aparecido la ultra maratón. Ahora puedes hacer la especialidad que más se adecue a tus habilidades.

--¿Cuál es su labor en el Extremadura-Ecopilas MTB hoy en día?

--Desde mi lesión de cadera decidí no asumir más riesgos de los necesarios, puesto que ya había demostrado de lo que era capaz y no quería tener una caída más grande. A partir de ese momento, empecé a buscar a nuevos representantes jóvenes de Extremadura para poder seguir compitiendo a nivel profesional. Por suerte, en el Extremadura-Ecopilas hemos tenido siempre buen ojo y tenemos grandes corredores que saben sacar adelante esta faceta, como Pedro Romero. Yo sigo siendo competitivo debido a que me gusta este deporte y a que para entrenar a estos jóvenes necesito estar en buena forma. Mi labor es ser su guía.

--¿Cómo consigue seguir compitiendo con 43 años?

--Es cierto que hoy en día, nosotros ya tenemos otro tipo de preocupaciones. Al final, soy padre de un hijo y una hija, además de mi trabajo. La organización es muy importante para poder llevarlo todo. Ya no tengo el mismo entrenamiento que antes, pero eligiendo correctamente las carreras, descansando y comiendo bien puedes todavía dar buen rendimiento profesional. Hay que haber sido ciclista antes para poder estar en esta situación.

--¿Cómo se define deportivamente?

--Yo diría conservador. Siempre he preferido no arriesgarme mucho estratégicamente hablando y he intentado siempre conservar bien la bicicleta para no tener averías. Creo que esa palabra me define a la perfección.

--¿Qué tiene el MTB de especial?

--Las carreras, al ser tan individuales, acaban generando compañerismo con los rivales. En las salidas es bonito hablar con otros participantes o incluso coincidir con ellos fuera del circuito y se crea una amistad que, tal vez, en deportes de equipo, cuesta más.

--¿Cómo ve el futuro inminente de este deporte en general y del equipo en particular?

--Creo que el MTB ha generado una rutina que junto a la aparición de los clubs y las escuelas permite que haya una renovación constante de corredores. Hay potencial y cantera suficiente para que el ciclismo de montaña siga creciendo y el caso del Extremadura-Ecopilas es una prueba más de este hecho.