Alejandro Valverde, maillot oro de la Vuelta y candidato número uno al título, descansó en Oviedo en espera de una semana en teoría tranquila hasta la contrarreloj del sábado en Cuenca, en la que defenderá el liderato frente al dúo kazako Kashechkin-Vinokourov y el español formado por Sastre y Goméz Marchante, rivales de una Vuelta que ofrece interés.

La 61 edición de la Vuelta disfrutó de su primer día de asueto con un balance positivo en el plano deportivo y con alivio por la ausencia de escándalos procedentes de los laboratorios. Los nombres de los vencedores de etapa, así como de los líderes, con el remate de oro de Valverde, colocan una sonrisa esperanzadora en los organizadores de la carrera y de la afición, que ha visto buen espectáculo, sobre todo en las etapas de montaña.

ALGUN DESCARTE Nueve jornadas, con tres finales en alto, entre ellas la terrible de La Covatilla, no han resuelto el podio final, ni mucho menos, tan solo ha descartado a un grupo de favoritos que no respondieron a tal condición, como es el caso del ruso Menchov, ganador en 2005 y los españoles Iban Mayo y Oscar Pereiro, todos ellos sin opciones en este momento.

La carrera está abierta y refleja en la general a los seis primeros en un margen de 2 minutos. El comandante Valverde aventaja en 27 y 44 segundos respectivamente a Kashechkin y Sastre, en 56 a Gómez Marchante y en a.38 a Vinokourov, el vencedor en Lugo y La Covatilla y el apuntado por el murciano como enemigo número uno. Algo más lejos queda, sexto, el esloveno Janez Brajkovic, la revelación hasta el momento, a 2.05. Su condición de campeón mundial sub 23 le otorga margen para la escalada en la clasificación.