Independientemente de la carrera celebrada la pasada madrugada, Fernando Alonso se marchará de Melbourne con la satisfacción de saber que su McLaren-Mercedes es competitivo. "Ha ido todo mejor de lo esperado. Arrancar en primera línea del primer gran premio es la mejor señal de todas", dijo el asturiano al término de los primeros ensayos oficiales del año en los que el bicampeón quedó segundo, pegadito a un velocísimo Kimi Raikkonen (Ferrari).

"En invierno tuvimos entrenamientos en los que éramos muy competitivos y otros en los que no lo éramos tanto. Así que Melbourne era toda una prueba para nosotros y parece que somos bastante competitivos".

ROTURA DE MASSA En Ferrari la sensación era una mezcla de satisfacción de comprobar que están un pasito por delante del resto, pero con la angustia de comprobar que la fiabilidad mecánica no es la deseada. Felipe Massa rompió la caja de cambios en la crono, un problema que se repitió demasiadas veces durante los ensayos de invierno.

Incluso durante algunos momentos, los ingenieros de la escudería italiana sopesaron la posibilidad de cambiar el motor y la caja en el coche de Raikkonen para garantizar que el finlandés sumase puntos en la primera carrera incluso con una penalización de 10 puestos. Sin embargo, finalmente consideraron que era demasiado osado hacerlo precisamente en la primera carrera de la temporada.

La estrategia de Alonso era intentar superar a Iceman en la salida y presionarle para forzar una avería o un error de pilotaje del finlandés. "Si los apretamos de salida y les hacemos hacer una carrera al máximo, igual forzamos esos problemas", explicó el bicampeón después de los entrenamientos oficiales del sábado en Melbourne, los primeros que hacía con McLaren. "Todo era nuevo para mí, por eso estoy muy satisfecho de cómo ha ido".

CAPACIDAD DE MEJORAR Alonso es consciente de que le va a tocar sufrir en las primeras carreras, pero confía en la evolución del McLaren para plantar cara a los Ferrari tras el primer tercio de campeonato. "Hay que ser realistas y honestos con nosotros mismos y saber que nos falta un pelín, sobre todo en las tandas largas en carrera", dijo el campeón mundial.

Alonso, de todas formas, estaba satisfecho por la evolución de los últimos meses después de que su aterrizaje en McLaren no fuese del todo perfecto, al menos en las primeras pruebas realizadas por él y por Lewis Hamilton y Pedro Martínez de la Rosa.

"Del coche que se presentó en Valencia creo que solo queda un 40%, el 60% es completamente nuevo, lo que demuestra la enorme capacidad que tiene McLaren para hacer evolucionar su monoplaza", valoró el piloto asturiano, que a buen seguro hizo que muchos de sus fieles durmiesen poco anoche.